El submarino de ataque de propulsión nuclear Kazán, botado en marzo de 2017 en los astilleros de la constructora rusa Sevmash, fue transferido este viernes a la Armada de Rusia.
Se trata de la primera unidad del proyecto ruso más avanzado Yasen-M. Equipadas con misiles crucero Kalibr, cuyos lanzamientos submarinos se han observado en reiteradas oportunidades en Siria, y misiles supersónicos Ónix, estas naves están destinadas a ser un elemento clave en la defensa rusa del futuro. Asimismo, cuentan con nuevas armas radioelectrónicas, un nuevo sistema de control en combate, así como un nuevo sistema de comunicaciones.
Otra particularidad de esta línea de barcos consiste en el tipo de revestimiento utilizado en su construcción. Hasta ahora, estos navíos contaban con dos cascos, uno exterior ligero y otro interior más resistente, mientras que el Kazán está en su mayor parte revestido con un solo casco, lo cual lo convierte en el primero de una clase completamente nueva y revolucionaria de submarinos.
En un comentario a la prensa después de la ceremonia, el jefe de la Armada de Rusia, el almirante Nikolái Yevménov, aseguró que en la construcción del Kazán se utilizaron "las tecnologías más modernas y el armamento más moderno". "Se puede decir que es el [submarino] más moderno del mundo", resaltó el militar.
Además del Kazán, se espera la entrega a la Armada rusa de otros dos submarinos de propulsión nuclear: el Novosibirsk, también del proyecto Yasen-M, y el Kniaz Oleg, del proyecto Boréi-A, informó en marzo Yevménov. Además, en 2021, el astillero Sevmash de la ciudad de Severodvinsk también comenzará la producción de otros dos submarinos de misiles estratégicos del proyecto Boréi: el Kniaz Potiomkin y el Dmitri Donskói.