Noruega no reanudará el uso de la vacuna contra el coronavirus de la farmacéutica británico-sueca AstraZeneca, mientras que la decisión sobre si comenzar a usar el antídoto desarrollado por Johnson & Johnson permanece en suspenso, informa Reuters citando a la primera ministra del país, Erna Solberg.
La recomendación de excluir ambos fármacos del programa de vacunación noruego fue realizada por una comisión designada por el Gobierno nacional y se basó en el riesgo de efectos secundarios, señalados como raros, pero dañinos.
El pasado 11 de marzo, Noruega se convirtió en el segundo país del mundo, después de Dinamarca, en suspender la vacunación con el fármaco de AstraZeneca como medida cautelar tras la aparición de informes sobre la formación de coágulos de sangre en personas a las que se les había administrado ese preparado.
Un estudio realizado en ambas naciones nórdicas encontró tasas ligeramente mayores de coágulos de sangre en las venas entre las personas que recibieron una primera dosis de la vacuna de AstraZeneca, incluidos coágulos en el cerebro, en comparación con las tasas esperadas en la población general.
El 10 de mayo, un panel público de expertos médicos, legales y otros campos concluyó que tanto el fármaco de AstraZeneca como el de Johnson & Johnson no deberían ofrecerse como parte del plan nacional de vacunación, aunque se debería permitir a los voluntarios recibirlos.