La actual escasez de combustible en EE.UU. y el aumento de sus precios no debe atribuirse únicamente al reciente ciberataque sufrido por el principal operador de oleoductos del país, Colonial Pipeline, sino también a una serie de decisiones políticas nefastas, opina Jeffrey A. Tucker, analista del Instituto Estadounidense de Investigación Económica.
El ciberataque que paralizó el oleoducto ha provocado escasez de combustible en ocho estados de la costa este de EE.UU., mientras que el precio precio promedio del combustible subió a nivel nacional a más de tres dólares el galón por primera vez en seis años.
"Una consecuencia directa de decisiones políticas"
En una entrevista con RT, Tucker destaca que, más allá del ciberataque, también "hay crecientes presiones inflacionarias en EE.UU., debido a la impresión de dinero y al aumento del gasto de los consumidores".
"La escasez de combustible es una pesadilla para cualquiera que recuerde la década de 1970", indica el experto, que vaticina que "la vida está a punto de volverse muy aterradora en EE.UU.", lo cual es "una consecuencia directa de una serie de decisiones políticas terribles que datan de 2018 y se prolongan hasta el presente".
Por su parte, el presidente de Lipow Oil Associates, Andy Lipow, señala que el efecto de la interrupción es regional. En ese sentido, recuerda que Colonial Pipeline sirve principalmente a las regiones del Atlántico Medio y Sureste de EE.UU., donde "ahora estamos comenzando a ver una escasez de gasolina", mientras que en el resto del país los suministros de combustible no se ven afectados.
- Colonial Pipeline tiene previsto reiniciar sus operaciones en la noche de este miércoles (hora local), según anunció en su cuenta de Twitter la secretaria de Energía de EE.UU., Jennifer Granholm, tras mantener una conversación telefónica con el director ejecutivo de esa empresa, Joseph Blount.
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