Colonial Pipeline desembolsó el viernes pasado casi 5 millones de dólares para desbloquear sus sistemas de transporte de combustibles paralizados por un virus maligno el mismo día, informa Bloomberg citando a dos fuentes cercanas a la transacción.
La operadora de una red de oleoductos en el este de Estados Unidos realizó la transacción en una criptomoneda horas después del ataque ocurrido el 7 de mayo y que desembocó en una crisis de gasolina en cuatro estados: Florida, Georgia, Carolina del Norte y Virginia.
En cuanto recibieron el pago, los hackers proporcionaron una herramienta de descifrado para que se restaure la red informática bloqueada. Sin embargo, el efecto de la herramienta resultó ser tan lento que la compañía siguió usando sus propios medios para resolver el problema.
Un representante de Colonial Pipeline no ha querido realizar comentarios sobre el asunto.
El miércoles, diversos medios, incluido The Washington Post y Reuters, informaron citando fuentes anónimas que esta compañía privada no tenía intención de pagar el rescate.
El FBI atribuyó el ataque al grupo de 'hackers' DarkSide, que, según afirmó el lunes el presidente Joe Biden, lo realizó desde Rusia. Moscú, por su parte, rechazó cualquier implicación en lo ocurrido.
Por su parte, DarkSide publicó una declaración en su sitio web en la 'darknet' que parece abordar el cierre de Colonial Pipeline, reseña CNBC. Bajo el título 'Acerca de las últimas noticias', el grupo afirmó que es "apolítico" y que solo quiere ganar dinero sin causar problemas a la sociedad.
El impacto en el suministro
Colonial Pipeline suministra el 45 % de los combustibles, incluida gasolina y diésel, a la costa oriental de EE.UU., transportando 2,5 millones de barriles al día. La suspensión del suministro causó largas colas en gasolineras y compras de pánico, provocando un déficit y disparando el precio de la gasolina hasta los 2,99 dólares por galón, el máximo desde noviembre de 2014. Se reporta que más de 1.000 gasolineras en la región han agotado ya sus reservas.
Georgia, Carolina del Norte y Florida declararon el estado de emergencia este martes y ajustaron regulaciones para acelerar los suministros de combustible.
Colonial Pipeline no reinició sus operaciones hasta la noche del miércoles. La vuelta a la actividad fue exitosa, según tuiteó la secretaria de Energía de EE.UU. Jennifer Granholm que sugirió que los oleoductos volverán a funcionar con normalidad para el fin de semana.