Rusia denuncia el incremento de la presencia de la actividad militar de la OTAN en el Ártico cerca de sus fronteras en los últimos años. El comandante de la Flota del Norte rusa, Alexánder Moiséyev, califica estas acciones de provocadoras y añade que ejercen una influencia negativa sobre el sistema de seguridad regional.
"Las fuerzas marítimas de EE.UU. y de la OTAN han procedido a realizar campañas individuales y en grupo de buques de superficie de combate. Algo que, como constato, casi no ha tenido lugar desde los años de posguerra de la Segunda Guerra Mundial", expresó este jueves Moiséyev en una conferencia de prensa.
"Se observa un aumento de la duración de la presencia de los submarinos y de buques de superficie de la Marina de EE.UU. en los mares de Barents y Noruega", enfatizó, citado por medios locales.
Y para defenderse de potenciales amenazas en sus fronteras árticas, Rusia cuenta con un amplio arsenal defensivo en el mar, incluyendo el crucero nuclear Pedro el Grande, el mayor de este tipo en el mundo.
RT ha visitado ese buque, estacionado actualmente en la base militar de Severomorsk, en la provincia de Múrmansk.
Se trata de un crucero nuclear lanzamisiles de clase Kírov operado por una tripulación de más de 700 personas y con capacidad para alojar a varios helicópteros.
El barco mide más de 250 metros de eslora y en su interior posee un intrincado laberinto de 49 pasillos, cuya extensión total equivale a unos 20 kilómetros.
El crucero Pedro el Grande dispone de varios avanzados sistemas de radares, entre ellos el MR 800 flag, capaz de detectar a toda clase de amenazas a cientos de kilómetros. Cuenta con una veintena de instalaciones de lanzamiento de misiles antibuque Granit, sistemas de defensa antimisiles S-300 y sistemas de misiles antiaéreos Kinzhal y Kórtik, entre otros, con capacidad para atacar blancos en mar, tierra o aire.