Una monja etíope ha revelado al diario The Guardian un desgarrador testimonio de las atrocidades que se están cometiendo en la región de Tigray, en el norte de Etiopía, devastada por un sangriento conflicto interno.
La mayoría de los hospitales en Tigray "han sido atacados, saqueados y destruidos", mientras que cadáveres de personas "están siendo devorados por las hienas sin siquiera tener un entierro digno", denuncia la religiosa, cuya identidad no se ha revelado por motivos de seguridad. Ella trabaja en Mekelle, capital de dicha región, y sus alrededores, ayudando a algunos de las decenas de miles de desplazados que llegan a los campamentos con la esperanza de encontrar refugio y alimento.
"Muchas [mujeres y niñas] han sido violadas", denuncia. "Menores de tan solo 8 años así como mujeres de 72 están siendo violadas. Esta práctica está tan extendida que sigo viéndolo en todas partes por miles. Las violaciones son en público, frente a la familia, esposos, frente a todos. Les cortan las piernas y las manos", relata la monja, señalando a las tropas eritreas y etíopes como los autores de esas atrocidades.
"Apuntando a los civiles"
La religiosa denuncia que los civiles son el objetivo de los crímenes. "Es intencional, deliberado. Estoy segura de ello, porque lo estoy presenciando. Hay 70.000 civiles bajo ataque. Tantos saqueos y violaciones. Todo apuntando a los civiles. La brutalidad, los asesinatos, el acoso", lamenta.
El pasado mes de noviembre estallaron los enfrentamientos bélicos en el norte del país entre el Gobierno central de Etiopía, respaldado por milicias eritreas, y el Frente de Liberación Popular de Tigray, partido que controla la región, dejando miles de civiles muertos.
La monja pide a la comunidad internacional hacer algo para que terminen las matanzas, así como prestar ayuda a las decenas de miles de desplazados por los combates, puesto que en los campamentos no cuentan con los suficientes alimentos, medicamentos ni agua para todos.