Mujer recauda miles de dólares durante tres años fingiendo que su hija tenía una enfermedad terminal

Desde los 9 años, la niña comenzó a ver a un terapeuta para que la ayudara a "lidiar con su muerte".

Lindsey Abbuhl, una mujer de Ohio (EE.UU.), ha pasado los últimos tres años mintiéndole a la comunidad y a su propia hija de 11 años sobre una supuesta enfermedad terminal que amenazaba con arrebatar la vida de la niña. Ahora, Lindsey está bajo investigación policial y el padre de la pequeña ha recibido su custodia total, informa The Canton Repository.

Rylee Abbuhl tenía apenas 9 años cuando comenzó a ver a un terapeuta para que la ayudara a "lidiar con su muerte". Su madre, Lindsey Abbuhl, aseguraba que padecía una rara enfermedad que afectaba el funcionamiento adecuado de su sistema nervioso central y que, finalmente, causaría su fallecimiento.

"A estas alturas, los médicos se centran en la calidad de vida de Rylee frente a la cantidad de vida. [Rylee] es una amiga para todos y su sentido del humor te hará reír hasta que te duelan las costillas", se declaraba en la descripción de un GoFundMe que logró recaudar más de 4.500 dólares antes de ser eliminado. "Desafortunadamente, la salud de Rylee continúa deteriorándose y, aunque está luchando, no solo necesita oraciones, sino también a su madre. Tu donación permitirá a la madre de Rylee reducir sus horas de trabajo y estar junto a ella en estos momentos".

Lindsey interpretó estupendamente su papel de "madre preocupada y dedicada", pues con frecuencia llevaba a Rylee a citas médicas y compartía la experiencia en sus redes sociales.

Durante los últimos meses, la historia de la "enfermedad" de la niña alcanzó reconocimiento nacional.

Lindsey organizó varios eventos para recaudar fondos, como un torneo de softbol juvenil llevado a cabo el pasado abril y llamado 'Los guerreros de Rylee'.

Además, los entrenadores y jugadores de los equipos de softbol de las universidades de Malone y Walsh se unieron para celebrar un 'Día de Rylee' en el Hall of Fame Fitness Center de la ciudad de Canton, un evento que acompañó un partido entre ambos equipos.

"Le quedan dos meses", declaró Lindsey a medios de prensa locales durante el evento, mientras su hija hacía el primer lanzamiento del partido.

También fueron invitadas a la ciudad College Station por el equipo de softbol de Texas A&M. Durante el viaje, visitaron Sea World, algo que estaba en la lista de deseos de Rylee, según Lindsey.

Sin embargo, tanto el padre de Rylee, Jamie Abbuhl, como varios miembros de la población, comenzaron a poner en duda la veracidad de las declaraciones de Lindsey sobre la salud de su hija, pues esta repetidamente se negó a compartir los registros médicos de la niña.

"Si [Rylee] necesitara mi corazón, se lo daría ahora mismo", dijo Jamie. "En cuanto a eso de que se va a morir... no lo creo".

Finalmente, las autoridades locales de Canton revelaron el pasado viernes que Rylee no está enferma y que su madre lo inventó todo "para financiar viajes, su casa y otros gastos durante años".

Tras la revisión de todos los registros médicos de Rylee relacionados con neurología, genética, gastrointestinal, hematología, reumatología, neumología y podología por parte de profesionales de la salud, se concluyó que "no hay evidencia que apoye la afirmación de la madre de que Rylee tiene una enfermedad terminal".

Por este motivo, un tribunal otorgó a Jamie la custodia total de Rylee y abrió una investigación policial contra Lindsey.

"Creo que Lindsey está muy enferma y necesita ayuda", lamentó Kate Marksell, la madre de una amiga de Rylee, y añadió que "debe rendir cuentas por lo que ha hecho".