El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llamó este lunes "idiotas" a las personas que se quedan en casa obedeciendo las medidas restrictivas impuestas en algunos estados de este país para frenar los contagios del covid-19.
"Hay idiotas que hasta hoy se quedan en casa. Si en el campo [los trabajadores] se hubiesen quedado en casa, esos idiotas se hubiesen muerto de hambre", comentó a un grupo de seguidores.
Desde el inicio de la pandemia, el ultraderechista ataca a lo gobernadores y alcaldes por las medidas adoptadas para frenar la pandemia, que ya ha dejado más de 435.000 muertos y superado los 15,6 millones de contagios.
Ejecutivo investigado
Bolsonaro, que siempre minimizó la gravedad del virus, se enfrenta desde hace dos semanas a una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI), que analiza las posibles omisiones de su Gobierno durante esta crisis sanitaria.
Esta semana deberán comparecer ante la comisión el exministro de Exteriores, Ernesto Araújo, y el extitular de Salud, el general Eduardo Pazuello. La semana pasada, un juez del Supremo Tribunal Federal (STF) autorizó a guardar silencio a Pazuello ante la CPI. El general es investigado por la Justicia para determinar su responsabilidad en la crisis sanitaria del estado de Amazonas, donde falta de oxígeno en los hospitales se tradujo en decenas de muertes.
Algunas de las comparecencias en la CPI ya dejan entrever que pudo haber fallos en la compra de vacunas y que se promovieron medicamentos como la cloroquina, sin base científica comprobada contra el covid-19.
Según un sondeo del Instituto Datafolha, un 45 % de los entrevistados en un estudio que realizó en mayo calificó al Gobierno como pésimo. En la encuesta, que coloca como vencedor al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones de 2022, la popularidad del ultraderechista también cayó hasta un 24 %, el índice más bajo desde que asumió el cargo en 2019.
Este fin de semana, Bolsonaro convocó una protesta en Brasilia y apareció en caballo y sin mascarilla ante sus seguidores, la mayoría del sector ruralista.
En un breve discurso, el ultraderechista volvió a cargar contra los gobernadores y alcaldes y llamó a Lula "canalla".