Mongolia Interior, uno de los mayores centros criptomineros en China, crea una plataforma para que la población denuncie esta actividad
Las autoridades de Mongolia Interior, una región autónoma en el norte de China, ha llamado a la población a denunciar los casos de minería de criptomonedas, enviando una clara señal de su determinación para erradicar estas actividades de alto consumo de energía.
La agencia regional de planificación económica ha publicado números telefónicos y correos electrónicos para reportar los lugares sospechosos de minería, manifestando su esperanza de que tome la forma de "supervisión pública", informa South China Morning Post.
La agencia del país que lidera globalmente en esta actividad ha definido cuatro objetivos en el punto de mira de estas medidas: las empresas mineras; los mineros camuflados como centros de datos y por lo que gozan de privilegios fiscales; propietarios que facilitan la minería; y aquellos que consumen los suministros de energía ilegalmente.
La alta intensidad energética de la minería de criptomonedas —debido a los complejos algoritmos de verificación de transacciones que supone, así como a la necesidad de refrigerar las potentes computadoras— acondiciona la concentración de esta actividad en regiones con bajas tarifas energéticas, y Mongolia Interior es una de tales.
Siendo la tercera región china en esta actividad, Mongolia Interior fue responsable del 7,71 % de la minería mundial de bitcoines entre septiembre de 2019 y abril de 2020, una cifra mayor a la proporción de minería que representa el total de EE.UU., según datos del Centro de Cambridge de Finanzas Alternativas.
Siendo la tercera región china en esta actividad, Mongolia Interior fue responsable del 7,71 % de la minería mundial de bitcoines entre septiembre de 2019 y abril de 2020
Esta región, que es el segundo fabricante de carbón en el país, ha estado siendo presionada por el Gobierno para reducir la proporción de esta fuente de energía, conforme a los planes de cortar en al menos un 65 % las emisiones de dióxido de carbono para 2030 en comparación con los niveles de 2005, y conseguir la neutralidad carbónica para 2060.
Además del aspecto energético, el plan regional encaja en la restrictiva política de Pekín en lo que respecta a las criptomonedas. En 2017 China prohibió las llamadas 'ofertas iniciales de moneda' y puso fin a los negocios en criptomonedas en unas 100 bolsas del país, conforme a las regulaciones locales sobre fraude y blanqueo de fondos.
En su última cruzada contra el criptomercado, tres organismos financieros chinos anunciaron en una declaración conjunta este martes la prohibición para que las instituciones financieras y las empresas de pagos presten servicios relacionados con transacciones de criptomonedas, y advirtieron a los inversores contra las operaciones especulativas con divisas digitales. La medida ha causado un desplome en los mercados de criptomonedas.
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