El presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo surcoreano, Moon Jae-in, expresaron su intención de involucrar a Pionyang en la diplomacia para tratar de reducir las tensiones sobre el programa nuclear y de misiles balísticos norcoreano.
"Ambos estamos profundamente preocupados por la situación", dijo Biden en una conferencia de prensa conjunta con el líder surcoreano en la Casa Blanca. Washington y Seúl abogan por la diplomacia "para tomar medidas pragmáticas para reducir las tensiones" en la península.
Biden no excluyó la posibilidad de reunirse con Kim Jong-un bajo ciertas condiciones, pero dijo que Pionyang debe mostrar compromiso con la desnuclearización antes de la celebración de cualquier reunión.
El inquilino de la Casa Blanca se mostró dispuesto a reunirse con Kim si el líder norcoreano acuerda discutir su programa nuclear y si los miembros de la Administración de Biden se reúnen primero con sus homólogos norcoreanos para sentar las bases de las conversaciones entre los dos líderes.
Al mismo tiempo, EE.UU. no se hace ilusiones sobre el objetivo, increíblemente difícil, de la desnuclearización completa de Corea del Norte, aclaró el mandatario norteamericano. Moon Jae-in, a su vez, calificó la desnuclearización como una prioridad máxima.
Asimismo, Biden anunció que un funcionario del Departamento de Estado, Sung Kim, se desempeñará como enviado especial estadounidense para Corea del Norte.
A principios de mayo, Corea del Norte aseveró que EE.UU. enfrentará "una situación muy grave" a raíz de que su líder "cometió un gran error", en respuesta al discurso que Joe Biden pronunció en una sesión conjunta del Congreso. En su intervención el presidente estadounidense se refirió a los programas nucleares de Corea del Norte e Irán como "amenazas graves" para la seguridad estadounidense y mundial.