Un niño de 11 años lucha por su vida tras tragar bolas magnéticas durante un peligroso truco de TikTok
Ellis Tripp, un niño de 11 años de la localidad inglesa de Worcester (Reino Unido), se encuentra luchando por su vida después de que se tragara accidentalmente pequeñas bolas magnéticas, mientras realizaba un nuevo truco de TikTok potencialmente mortal, informan medios locales.
Durante más de una semana, el menor había sufrido fuertes dolores de estómago por lo que tuvo que ser trasladado de urgencia a un hospital el pasado miércoles. En un inicio, los médicos creyeron que su apéndice se había reventado, pero durante un examen se sorprendieron al ver que una pieza magnética había quedado adherida a sus instrumentos quirúrgicos.
Tras la primera intervención quirúrgica, los cirujanos consiguieron extraer tres bolas magnéticas. Sin embargo, fue necesaria una segunda operación en la que tuvieron que extirpar más de 12 centímetros de intestino del niño para sacar los dos imanes restantes.
Hasta el domingo, Ellis todavía permanecía intubado en el hospital intentando recuperarse de los daños internos en su sistema digestivo y una infección intestinal, según dieron a conocer sus familiares, que calificaron la terrible experiencia como una "pesadilla".
La madre del paciente, Amy Clarke, alertó a otros padres sobre la popularidad de estos juegos en redes sociales lamentando que casi terminan con la vida de su hijo. "Esta locura de TikTok podía matarlo si se quedaban por más tiempo. Por favor, hablen con sus hijos y díganles cuán peligrosos son. Las bolas magnéticas son mortales si se ingieren. Incluso las tienen en entornos educativos y de cuidado infantil para que los pequeños jueguen. Destrúyanlas", señaló la mujer en una publicación de Facebook.
De momento, no está claro cómo el niño consiguió las bolas magnéticas, ya que, según aseguran sus familiares, no tenían ninguna en casa. Sin embargo, Clarke sospecha que el joven pudo tragar las esferas mientras intentaba un reto de TikTok que consiste en colocarse un imán en la parte superior y otro en la inferior de la lengua, imitando tener un 'piercing'.
Por su parte, el hospital que atendió a Ellis reveló que él era el quinto niño que había ingresado al establecimiento por la misma causa esa semana.