La activista sueca Greta Thunberg ha recuperado su retórica más alarmista sobre el cambio climático en un video en el que argumenta que el sufrimiento ecológico de la Tierra podría aliviarse en gran medida si los humanos dejaran de criar ganado.
En la grabación, que combina imágenes y música efectistas, la joven asegura que nuestra "relación" con la naturaleza necesita desesperadamente un cambio de rumbo que ponga fin a la crisis climática, que —esgrime— viene impulsada en parte por el consumo de carne. "Porque, seamos realistas, si no cambiamos, estamos j***dos", declaró.
Thunberg subraya que comer carne ya no es sostenible debido a los vastos recursos naturales que requiere, de tal forma que si se permite que continúe la cría industrial de animales, "nos quedaremos sin tierra y sin alimentos".
La solución que propone la activista pasa por avanzar hacia una "dieta basada en plantas" como parte de un "cambio de sistema" global.
Thunberg, de 18 años, también vinculó la agricultura industrial con el covid-19 y otras enfermedades, y subrayó que muchos patógenos se originan en los animales. "Estamos creando las condiciones perfectas para que la enfermedad se propague de un animal a otro y a nosotros", dijo. Y lanzó una advertencia: "la próxima pandemia podría ser mucho, mucho peor" si no se produce un cambio.
Como era de esperar, el mensaje halló eco entre sus seguidores y detractores en las redes sociales.
Una de sus fans dijo que los 5 minutos que dura el video han sido "los mejores" de su vida, ya que le que brindó "inspiración y aliento" para lograr "un cambio".
Otro usuario le rogó a Thunberg que "se apodere del mundo" para que pueda implementar su visión basada en el consumo de plantas.
Algunos menos entusiastas compartieron memes que hicieron referencia a su famoso discurso "¡Cómo te atreves!" que dio ante las Naciones Unidas en septiembre de 2019.
Otros internautas también expresaron su consternación al sentirse adoctrinados por una adolescente, una queja muy común entre los críticos de Thunberg, mientras que las personas no vegetarianas también expresaron su descontento.
"Tengo 58 años. He comido carne toda mi vida y no voy a parar ahora porque una chica de 18 años decide que no le gusta. Vete a buscar a alguien más para sermonear, Greta", expresa uno de ellos.
"Tu relación con la naturaleza está rota, y eso es desgarrador [...]. Pero la relación de los niños palestinos y uigures con la vida se rompe en medio de su persecución y el mundo lo ve como una película [...]. Eso es más desgarrador", dice otro comentario.
"Definitivamente estoy dispuesto a proteger la naturaleza, pero no veo la manera de dejar de comer carne. Seguro que es un desafío difícil", puede leerse en otro comentario.
"¿Qué pasó con los verdaderos ecologistas que buscaban luchar contra la deforestación, la privatización del agua y la devastación de las tierras indígenas? Debería abordar a los gobiernos y a las grandes industrias, pero ahora todo se trata de culpar a la población", se lee en otra respuesta al mensaje de Thunberg.
El activismo que acapara los titulares de Thunberg provoca regularmente un acalorado debate. La semana pasada, la joven ecologista acusó a rotativo China Daily de "avergonzarla" en un artículo que criticaba su condena de las emisiones de carbono en China.
La base de su discurso, en el suelo
La cría de vacas, ovejas y aves de corral produce el 18 % de las emisiones de dióxido de carbono generadas por la actividad humana, de manera que si cada estadounidense reemplazara estas fuentes de alimentación por carne vegetariana las emisiones disminuirían en 280 millones de toneladas al año, el equivalente al impacto medioambiental de 60 millones de autos, según un estudio.
A escala global, el 30 % de la superficie terrestre lo ocupan explotaciones de cría de animales o cultivos de cereales para su alimentación, unas actividades que degradan el suelo, contribuyen a la deforestación y consumen enormes cantidades de agua.