Un caza MiG-31 volvió a despegar de una base aérea de la Flota rusa del Norte este jueves para acompañar a un avión de patrulla marítima de la Fuerza Aérea de Noruega sobre el mar de Barents. Se trata de la segunda misión noruega cerca de la frontera de Rusia en dos días, informan los militares rusos.
Los medios de control del espacio aéreo rusos detectaron este 27 de mayo un objetivo aéreo que se estaba acercando al territorio de Rusia, momento en que los militares decidieron enviar a un caza para identificar a la aeronave y prevenir una transgresión de la frontera del país.
Los pilotos establecieron que se trataba de un avión de patrulla noruego Lockheed P-3 Orion y lo escoltaron hasta que la aeronave del país miembro de la OTAN cambió de rumbo y el MiG-31 regresó a su aeródromo de origen.
Los militares afirman que el vuelo se ha realizado "en estricta conformidad con las normas internacionales".