Una peligrosa infección transmitida por garrapatas que ataca a los glóbulos rojos, llamada babesiosis, parece ser un problema creciente en EE.UU., advierte un nuevo artículo de The Washington Post.
¿De qué se trata?
La babesiosis es causada con mayor frecuencia por los pequeños parásitos 'Babesia microti' y se transmite a los humanos en los meses más cálidos tras la picadura de garrapatas de venado, las mismas que propagan la enfermedad de Lyme. En raras ocasiones, la infección puede ocurrir a través de una transfusión de sangre.
La mayoría de los casos en EE.UU. ocurren en el noreste y el medio oeste superior del país, pero la babesiosis aparece también en otros lugares, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Peter Krause, científico investigador sénior de la Facultad de Salud Pública y la Facultad de Medicina de Yale, asegura que la enfermedad está "aumentando en frecuencia y rango geográfico".
De hecho, un estudio de 12 años publicado recientemente sobre la infección entre los beneficiarios de Medicare en EE.UU. advierte de "tendencias de diagnóstico de babesiosis en aumento sustancial", especialmente en los estados endémicos, así como de una "expansión de las infecciones por babesiosis en otros estados".
En 2011, cuando los CDC comenzaron a recopilar datos sobre la babesiosis, se detectaron 1.126 casos. Actualmente, se han confirmado más de 2.000 infecciones anuales en EE.UU., aunque Krause estima que el número real es mucho mayor, igual que ocurre con la enfermedad de Lyme.
Según el científico, "la mayoría de las enfermedades no se notifican porque el sistema depende de que los médicos envíen informes de casos y los médicos están ocupados". Además, existen infecciones asintomáticas y mal diagnosticadas, y la notificación no es obligatoria en todos los estados.
Síntomas y tratamiento
De hecho, la mayoría de las personas infectadas con babesiosis son asintomáticas o tienen síntomas leves a moderados similares a los de la gripe, como fatiga, escalofríos, sudores, dolor de cabeza, dolores corporales, náuseas y pérdida del apetito, que pueden aparecer días o incluso meses después.
Si se diagnostica rápidamente, la enfermedad se puede tratar fácilmente con una combinación de atovacuona y azitromicina durante siete a 10 días. Sin embargo, si el sistema inmunológico de una persona está deteriorado, el medicamento se administrará por más tiempo, y la infección puede ser mortal. Según Krause, "la tasa de mortalidad entre los pacientes con babesiosis inmunodeprimidos llega al 20 %".
Otro riesgo es que, cuando la babesiosis no es endémica, es posible que los proveedores de atención de urgencia y de la sala de emergencias no piensen inmediatamente en la enfermedad cuando ingresa un paciente, ya que los síntomas pueden indicar muchas cosas y ninguna de ellas es específica de la babesiosis. Identificar el parásito en los glóbulos rojos requiere un tipo específico de análisis de sangre.
¿Cómo prevenirla?
Gary Wormser, jefe de enfermedades infecciosas del New York Medical College y director y fundador del Lyme Disease Diagnostic Center, explica que, tanto con la enfermedad de Lyme como con la babesiosis, "las garrapatas tienen que estar contigo durante bastante tiempo antes de que transmitan esas infecciones en particular".
De hecho, es probable que se evite la infección si se quita la garrapata en un plazo de entre 24 y 36 horas. Después de una posible exposición a las garrapatas de venado, Wormser recomienda ducharse dentro de las dos horas, pasar la ropa en una secadora caliente durante al menos 10 minutos y hacer una revisión corporal total para detectar garrapatas en la piel dentro de 24 horas.
Si encuentra una garrapata, los CDC recomiendan quitarla con unas pinzas de punta fina, sujetando al ácaro cerca de la piel y tirando hacia arriba con una presión constante. Para aquellos que viven en áreas donde las garrapatas son comunes, es importante revisar su cuerpo en busca de este tipo de animales al regresar a casa.
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