La OCDE estima un crecimiento económico de un 6,7 % en Chile en 2021

Según el organismo, la elevada tasa de informalidad continúa siendo un motivo de preocupación.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) anunció este lunes que prevé que la economía chilena crezca hasta un 6,7 % en 2021 y un 3,5 % el próximo año debido al aumento del consumo privado y a una fuerte demanda global.

Según su informe de perspectivas económicas, la inversión en este país recobrará impulso paulatinamente gracias a la subida de los precios del cobre, la inversión pública y unas  condiciones de financiamiento favorables.

Asimismo, calcula que "la inflación experimentará un ascenso temporal, impulsada por los precios de la energía y las restricciones de la oferta, y convergerá hacia su meta del 3 % más avanzado el año".

La OCDE destaca que, con casi 19 millones de habitantes, más de un 40 % de la población está vacunada y alrededor de un 50 % ha recibido al menos una dosis, lo que probablemente permitirá "la plena reapertura de la actividad económica durante el segundo semestre del año". 

Desde que comenzó la pandemia, el país ya registra más de 1,3 millones de contagiados y 29.300 muertos. El organismo recuerda que el país atraviesa actualmente una segunda ola de covid-19 y se han endurecido las restricciones con un confinamiento estricto, que afecta al 90 % de la población. 

Sin embargo, los hogares y las empresas se han adaptado a esta realidad, lo que está teniendo menos incidencia en la actividad económica que los confinamientos del año pasado. 

Incertidumbre

Al mismo tiempo advierte que "la elevada tasa de informalidad continúa siendo motivo de preocupación" y que "el resultado del proceso de reescribir la Constitución y las elecciones presidenciales de finales de 2021 también siguen siendo fuente de incertidumbre".

Por último, añade que la continuación del programa de reformas es importante para evitar un incremento de la desigualdad y para reforzar la resiliencia y el crecimiento económico.

"Simplificar procedimientos regulatorios complejos y garantizar que las empresas estén más expuestas a la competencia, la innovación y las herramientas digitales contribuiría a una rápida recuperación e impulsaría la productividad", sentencia.