Una zona de cultivo del municipio de Juan C. Bonilla, en el estado mexicano de Puebla, se encuentra afectada desde el pasado sábado por un socavón que hasta el momento alcanza un diámetro de más de 60 metros y 20 metros de profundidad, según informan medios locales.
De acuerdo con las autoridades medioambientales, la oquedad podría ser resultado de una falla geológica y variaciones hídricas del suelo y subsuelo. No obstante, pobladores y activistas locales atribuyen el fenómeno a la sobreexplotación de mantos acuíferos por parte de grandes conglomerados industriales.
"En toda esta zona hay una sobreexplotación brutal de agua. Donde han sacado el agua ahora hay huecos, vacíos, cavernas, y cuando empieza a haber humedad surgen estos socavones", señala el activista Miguel López, del Frente De Pueblos Morelos Puebla Tlaxcala.
Según algunos habitantes, en esa zona existía antes un jagüey o depósito de aguas superficiales, que con el paso del tiempo se fue secando y se tapó. Esta peculiaridad podría explicar la inestabilidad del terreno y la propensión del socavón a aumentar de diámetro si no se implementan medidas.
Pese al escenario de riesgo que representa esa vulnerabilidad, por esa zona pasa el gasoducto Morelos, que conecta con una termoeléctrica. Ese proyecto abarca varios otros tramos que atraviesan terrenos acuosos, lo que en perspectiva representa un riesgo para las comunidades del sector. Por ahora no se han reportado heridos ni víctimas mortales y las viviendas aledañas han sido evacuadas.
El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, informó del envío de especialistas a investigar las causas del hundimiento y prometió que se garantizará la integridad de las familias afectadas y una solución técnica. Al respecto, Beatriz Manrique Guevara, secretaria de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, advirtió sobre la necesidad de vigilar y resguardar la zona. Finalmente, explicó que el plazo para los resultados de los estudios mecánicos del suelo no deberá exceder los 30 días.