El gobernador de Texas (EE.UU.), el republicano Greg Abbott, emitió una declaración de desastre ante lo que catalogó como una "crisis" en la frontera sur del estado por la llegada de un creciente número de inmigrantes indocumentados.
Con esta medida, que fue promulgada el lunes 31 de mayo, el Gobierno texano obtendría más recursos "para combatir el flujo continuo de inmigrantes ilegales" que cruzan hacia ese estado desde el norte de México.
"El gobernador está autorizando el uso de todos los recursos estadales y locales necesarios y disponibles para proteger a los propietarios de tierras de los intrusos y del daño que causan a la propiedad privada", expresó el Gobierno estadal en un comunicado de prensa difundido este martes.
Asimismo, Abbott ordenó a la Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas que tome las medidas necesarias para retirar la licencia a los albergues que reciben fondos federales y están dedicados a acoger a migrantes indocumentados.
En lo que va de 2021, el gobernador ordenó el despliegue a la frontera de unos 1.000 agentes del Departamento de Seguridad Pública de Texas y de "cientos de efectivos" de la Guardia Nacional.
En este contexto, Abbott responsabilizó al Gobierno del demócrata Joe Biden de implementar políticas de "fronteras abiertas" que, a su juicio, permitieron que "cárteles peligrosos, traficantes de personas y drogas mortales como el fentanilo" llegasen a las comunidades de Texas.
El analista político Ernesto Carmona ve ironía en las exigencias que Washington presenta a los países de América Central para frenar el flujo migratorio, e insiste en que la Casa Blanca también es responsable de la situación en la frontera con México.