Furia en la Red por el texto del director de diversidad de Google donde critica a los judíos por su "apetito insaciable por la guerra y matar"
Un escándalo se desató este martes en la Red por el material del diario conservador estadounidense The Washington Free Beacon, que llamó la atención a una publicación crítica hacia Israel del director de estrategia de diversidad de Google, Kamau Bobb.
El texto al que se refiere el medio apareció en el blog personal de Bobb en noviembre del 2007, poco después del inicio del bloqueo de la Franja de Gaza y los bombardeos al Líbano por parte de Israel, y se llama 'Si yo fuera judío'. En él, el autor reflexiona sobre la política de Tel Aviv en el contexto de "los largos ciclos de opresión que ha sufrido el pueblo judío".
Al referirse a una tradición de reflexiones sobre los sufrimientos de los hebreos y citar como ejemplo a Elie Wiesel, Anna Frank y Chaim Potok, Bobb escribe: "No sé cómo reconciliaría esa identidad con el comportamiento de los extremistas judíos fundamentalistas o de Israel como nación".
"No entendería a quienes sugieran que bombardear el Líbano, masacrar a los libaneses y destruir en gran medida Beirut en represalia por la captura de unos pocos soldados está justificado. No entendería la noción de castigo colectivo, cortando el gas, la electricidad y el agua a los residentes en Gaza porque están atacando a Israel, que está luchando contra ellos. Sería inconcebible para mí ver a los tanques israelíes con la Estrella de David retumbando a través de Ramala, destruyendo edificios y rompiendo los cristales", explica Bobb.
"Si fuera judío, me preocuparía mi insaciable apetito por la guerra y matar en defensa de mí mismo", agrega.
A pesar de que desde la publicación de la nota han pasado casi 14 años, varias instituciones expresaron su indignación. En particular, el Centro Simon Wiesenthal tuiteó que "Google debe despedir a este antisemita" y el grupo sionista Israel Advocacy Movement tildó a Bobb de "racista que odia a los judíos". A ellas se sumaron algunas figuras públicas, como la comentarista política conservadora Liz Wheeler, quien calificó al empleado de Google como "un odiador judío rabioso", y el actor Michael Rapaport, quien lo llamó "fanático obsceno antisemita".