La era de Benjamín Netanyahu como primer ministro de Israel ha llegado a su fin ahora que varios partidos de la oposición han llegado a un acuerdo para formar un Gobierno de coalición en el país hebreo.
En caso de que sea ratificada la coalición, el nuevo jefe de Gobierno será Naftali Bennett, cuyo partido Yamina (Nueva Derecha) obtuvo tan solo siete de los 120 escaños en la Knéset (Parlamento israelí) en las elecciones del 23 de marzo.
Pese a este resultado aparentemente poco significativo, fue precisamente su partido el que logró inclinar la balanza hacia la oposición, tras superar las diferencias con el líder opositor centrista Yair Lapid.
Camino hacia la política
Bennett, de 49 años e hijo de inmigrantes estadounidenses, antes de ingresar en la política sirvió en la unidad de élite Sayeret Matkal de las fuerzas especiales, especializada en antiterrorismo, reconocimiento e inteligencia. Participó en operaciones en Cisjordania y fue movilizado en la reserva en el rango de mayor para misiones especiales durante la Guerra del Líbano de 2006.
Bennett también ha cosechado éxitos en el ámbito empresarial, especialmente como cofundador y desarrollador de una 'startup' de software cuya venta en 2005 lo convirtió en multimillonario. La carrera política la empezó bajo los auspicios del entonces líder de la oposición Netanyahu, cuyo gabinete Bennett encabezó entre 2006 y 2008. Al llegar al poder Netanyahu, Bennett fue encargado de la organización municipal de las colonias judías en Cisjordania.
En 2012, Bennett dejó el Likud y se unió al partido Casa Judía, formación de la que pronto sería elegido líder y que obtendría 12 escaños en la Knéset en 2013. Desde entonces ocupó varios cargos, incluido el de ministro de Servicios Religiosos, ministro de Educación y ministro de Defensa.
"Ni un centímetro de tierras israelíes"
Bennett con frecuencia es calificado de ultranacionalista, aunque él mismo prefiere la formulación de 'más a la derecha que Netanyahu' y dice que no usa herramientas de odio.
El político niega a los palestinos el derecho a establecer un Estado y asegura que Israel tiene derechos históricos en Cisjordania, Jerusalén Este y los Altos del Golán. Bennett defiende los asentamientos judíos en Cisjordania, donde viven más de 600.000 hebreos, y que muchos países consideran que constituyen una expansión ilegal.
"No cederé ni un centímetro de tierras israelíes. Y punto", declaró de manera tajante en una entrevista concedida en febrero.
El político aboga por instaurar la pena de muerte para los terroristas palestinos y se opuso al alto el fuego durante la escalada del conflicto con Hamás en Gaza en 2018. Durante la última escalada responsabilizó a esa organización palestina de la muerte de civiles durante los ataques israelíes de respuesta contra los focos de lanzamientos de cohetes.
Un plan de siete puntos publicado por Bennett en 2012 propone anexar la mayor parte de Cisjordania, donde la mayoría de los palestinos vivirán en enclaves urbanos, y otorgar la ciudadanía a unas pocas decenas de miles de palestinos para evitar las acusaciones de 'apartheid'. El plan también supone cortar los accesos entre Gaza y Cisjordania para evitar la infiltración de la violencia, inestabilidad y problemas desde Gaza.
"Hay cosas que todos sabemos que nunca van a ocurrir. Los Soprano nunca regresarán en una nueva temporada... Tampoco se producirá un acuerdo de paz con los palestinos", afirma el narrador de un video publicado en la cuenta oficial del político en YouTube.
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