La manada de elefantes asiáticos que lleva medio año vagando por la provincia china de Yunnan llegó este miércoles a su capital, Kunming, donde permaneció dos días. Los quince ejemplares se mueven entre las aldeas aledañas hacia el norte de la región mientras las autoridades locales han desplegado todo un operativo para vigilarlos y garantizar su seguridad y la de la población.
De acuerdo con el diario China Daily, cerca de 630 personas y 103 vehículos de emergencia trabajan para tratar de desviar el curso de los animales y redirigirlos hacia el suroeste, esparciendo comida en esa dirección. La ciudad cuenta con reservas de al menos 15 toneladas de alimento.
Se ha estado estudiando y monitoreando las 24 horas —por tierra y aire— la trayectoria de los elefantes, el terreno circundante (sus condiciones de agua y alimento) y las posibles rutas de migración. De este modo, se podrá dar una alerta temprana, reducir las pérdidas tanto como sea posible y bloquear la entrada de los paquidermos en áreas urbanas densamente pobladas. Unos 500 habitantes han sido evacuados, subraya el medio.
Durante gran parte de su travesía por Yunnan, los elefantes pasaron casi desapercibidos. Sin embargo, la semana pasada causaron gran alboroto, daños a viviendas y destrozos a cultivos. En este contexto, se ha pedido a las autoridades enfocar sus esfuerzos en minimizar los daños y el riesgo de conflictos con los habitantes. El control y manejo de los elefantes está siendo asesorado por expertos forestales.
Aún no está claro qué motivó a esta manada a abandonar el pasado diciembre una reserva natural en Xishuangbanna —en el sur de Yunnan— y emprender una travesía que ya se calcula en casi 500 kilómetros. Zhang Jinshuo, zoólogo de la Academia de Ciencias de China, asegura que los hábitats de estos mamíferos se han reducido y eso los está obligado a migrar largas distancias. "El elefante líder puede no tener experiencia y no encontró un hábitat adecuado al principio. Como resultado, cuanto más lejos van, más nerviosos están porque no pueden encontrar un buen hábitat", añade.
Los elefantes asiáticos habitan principalmente en el sur y sudeste de Asia y figuran en la lista roja de especies amenazadas desde 1986. El 'Elephas maximus' está bajo estricta protección en China, donde ocupa principalmente partes del sur de Yunnan. Su población ha aumentado de 180 ejemplares en 1985 a 300 en la actualidad y en los últimos 20 años su migración y desplazamiento hacia zonas de cultivo y aldeas ha aumentado su interacción con los humanos, lo que ha desembocado en daños materiales y muertes ocasionales de personas.
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