La familia de un niño que se suicidó tras sufrir acoso en la escuela podría recibir tres millones de dólares en un acuerdo judicial
Durante al menos un año, Gabriel Taye, de 8 años, fue acosado gravemente por otros niños en una escuela primaria en Cincinnati (Ohio, EE.UU.). Nunca se quejó de estos acosos verbales y físicos, pero un día en enero de 2017, después de otro ataque humillante, regresó a casa, tomó una de sus corbatas y se ahorcó. Los fiscales investigaron la muerte del menor y cerraron el caso sin presentar cargos contra nadie.
Ahora, más de cuatro años después de su muerte por suicidio, las Escuelas Públicas de Cincinnati (CPS) acordaron pagar a su familia tres millones de dólares y crear políticas más estrictas contra el 'bullying', que serían monitoreadas dos veces al año por los abogados de los padres de Gabriel. Además, se erigirá un monumento al niño en la escuela Carson en virtud del acuerdo, que se anunció este viernes. Se espera que la junta escolar vote sobre el pacto el próximo lunes.
"En honor a Gabe [Gabriel], su familia está utilizando este acuerdo para proteger a los actuales y futuros alumnos de la CPS. Nos aseguraremos de que estas reformas arraiguen y acaben con el acoso en todo el sistema escolar", dijo Al Gerhardstein, uno de los abogados de la familia de Gabriel.
Según una demanda por homicidio culposo presentada por la familia de Gabriel contra las CPS en 2017, los constantes acosos finalmente llevaron a que el niño se quitara la vida. Denuncian que el personal de la escuela no ayudó al niño ni se comunicó con sus padres. Según la demanda, se produjo un "encubrimiento" destinado a mantener en secreto cualquier información relativa a la violencia desenfrenada y el comportamiento agresivo en la escuela primaria.
Según los abogados, unos días antes de la muerte del niño, uno de los alumnos lo dejó inconsciente en el baño, y el incidente fue captado por una cámara de vigilancia. El día que se suicidó, otros niños lo acosaron nuevamente en el baño. Los padres de Gabriel denunciaron que los funcionarios de la escuela sabían del acoso pero eran "deliberadamente indiferentes".
Por su parte, Aaron Herzig, consejero externo principal de la CPS, dijo que la administración "cree firmemente" que los trabajadores de la escuela no fueron responsables de su "trágica muerte". Al mismo tiempo, dijo que la CPS "acepta la eliminación del acoso dentro de las escuelas, así como también continúa perfeccionando y mejorando los procesos de denuncia, gestión y capacitación relacionados con los incidentes de acoso".