Diseñan un revolucionario laboratorio flotante vertical para estudiar las peligrosas aguas del círculo polar antártico
El renombrado científico y explorador francés Jean-Louis Étienne, que hiciera historia al convertirse en el primer hombre en alcanzar el Polo Norte en solitario en 1986, ha diseñado un enorme y revolucionario laboratorio flotante concebido específicamente para soportar las peligrosas aguas del círculo polar antártico.
Impulsado únicamente por la corriente circumpolar, el llamado Polar Pod navegará por el océano Indico, el Pacífico y el Atlántico en su recorrido alrededor de la Antártida. La embarcación tendrá una altura de 100 metros, superior a la de la Estatua de la Libertad, pesará unas 1.000 toneladas y será capaz de navegar a una velocidad aproximada de un nudo por hora.
Como no cuenta con motor, el laboratorio será remolcado de forma horizontal desde un puerto sudafricano y soltado a la deriva una vez llegue al sitio de estudio. Ya sobre la corriente circumpolar, la estructura adquirirá una posición vertical cuando se hayan llenado de agua los tanques de lastre con los que cuenta. Su calado de 80 metros y un lastre de hormigón de 150 toneladas situado en la parte inferior garantizarán su estabilidad. Este diseño fue inspirado en un buque oceanográfico estadounidense construido en la década de 1960
La parte superior quedará a 20 metros por encima del agua y constará de cuatro plantas de 80 metros cuadrados, donde vivirán y trabajarán un equipo de cuatro científicos, tres marineros y un cocinero. Asimismo, la embarcación contará con una propela horizontal y velas para controlar su curso y evitar colisionar con icebergs, así como con seis generadores eólicos para producir energía eléctrica.
El viaje alrededor de la Antártida.
Durante la expedición, el plan de los científicos es 'orbitar' la Antártida dos veces en un periodo de tres años, durante los que recolectarán gran cantidad de información sobre las condiciones marinas. Aunque el objetivo principal será medir la capacidad del océano para absorber dióxido de carbono, el Polar Pod contará con sensores para medir la acidez y los niveles de contaminación del agua, la dinámica de las olas, los intercambios que tienen lugar entre la atmósfera y el océano, entre otros datos.
Del mismo modo, otra tarea importante de la misión será hacer un balance del estado de conservación del ecosistema marino y de las especies que ahí habitan, labor para la cual los investigadores utilizarán una serie de hidrófonos con los que registrarán las firmas sonoras de una gran cantidad de organismos, desde el 'krill' hasta los mamíferos. Con ello, se espera crear un catálogo de las especies y su distribución, que permitirá determinar mejor las cuotas de pesca en la región antártica.
Se espera que la construcción del Polar Pod, financiada por el Gobierno francés, comience a principios del próximo año y que la expedición tome lugar a finales del 2023 o principios del 2024. Hasta el momento, investigadores de 43 instituciones científicas de 12 países participan en el proyecto.
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