Arqueólogos británicos han encontrado en el condado de Rutland un esqueleto que aparentemente corresponde a un esclavo romano y que podría ser una evidencia "excepcionalmente rara" de la esclavitud en la Britania romana, informa The Guardian.
El cuerpo correspondería a un hombre de entre 20 y 30 años de edad que fue hallado con grilletes de hierro en los tobillos. Se cree que el cadáver fue arrojado a una zanja con sus extremidades inferiores encadenadas en un último acto de indigindad ante la muerte.
Según los arqueólogos del Museo de Arqueología de Londres (MOLA), se trata de un hallazgo "de importancia internacional" que permitiría documentar, más allá de inscripciones, la esclavitud en la provincia romana de Britania.
El descubrimiento se produjo casualmente cuando se construía un invernadero en una casa en el pueblo de Great Casterton. Los obreros llamaron a la policía y la posterior datación por radiocarbono realizada por expertos del Museo de Arqueología de Londres mostró que los restos datan de entre el 226 y el 427 d.C., según su estudio publicado el lunes en la revista Britannia.
"Tener la oportunidad de estudiar el cuerpo de una persona que probablemente era un esclavo es realmente importante", comentó sobre el descubrimiento Michael Marshall, un experto del Museo.
Sin embargo, los investigadores no están del todo seguros de que el cadáver fuera el de un esclavo. "Podría ser que la persona muerta fuera alguien que se había ganado la ira de otros", sostuvo Marshall. "Igualmente podría ser que la gente que lo enterró fuera tiránica y espantosa. Realmente no podemos entender el alcance moral", señaló el científico citado por The Guardian.
Los pocos esqueletos que se encontraron con grilletes en otros países normalmente eran víctimas de desastres naturales y no habían sido enterradas, sin embargo este caso es diferente. La posición en la que se encontraba el cuerpo es inusual: ligeramente ladeado sobre su costado derecho y con las extremidades izquierdas elevadas sobre un montículo. Además, los especialistas señalan que había un cementerio romano a unos 60 metros, por lo que conjeturan que hubo intencionalidad en dar a la víctima un entierro impropio arrojándolo a una zanja.