La Fuerza de Misiles del Ejército Popular de Liberación de China ha puesto a prueba sus misiles balísticos DF-26, conocidos como 'asesinos de portaviones', para mejorar sus capacidades de ataque durante un ejercicio en el que también se practicó el traslado rápido de proyectiles de un emplazamiento a otro, reportan esta semana medios locales.
El ejercicio incluyó simulacros de ataques con 'fuego real' con varios lanzamientos de misiles y puso a prueba la capacidad de respuesta rápida de la brigada involucrada, que tuvo que mover los proyectiles entre distintas ubicaciones y prepararlos para otra tanda de disparos.
No se revela la fecha exacta de la prueba y solo se detalla que tuvo lugar recientemente y por la noche y que contó con la participación de un dron que ayudó a los militares a apuntar a sus blancos.
Los misiles DF-26 tienen un alcance de 4.000 kilómetros y pueden ser utilizados para llevar a cabo ataques tanto convencionales como nucleares contra blancos terrestres y navales.
El despliegue de este tipo de armamento estaba prohibido por el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), firmado entre la URSS y EE.UU. en 1987, que preveía la eliminación de los misiles con alcance de 500 a 5.000 kilómetros. Cuando Washington se retiró del tratado en 2019, citó el despliegue de este tipo de armas por parte de China como una de las razones de su salida.