La lucha contra el dengue podría alcanzar un nuevo nivel de eficacia gracias al éxito de un experimento que se ha llevado a cabo en la ciudad de Yogyakarta, Indonesia. Los resultados, que han sido publicados en la revista The New England Journal of Medicine, muestran que los mosquitos también pueden ser útiles, al menos si se les infecta previamente una bacteria que bloquea el virus y permite con el tiempo reducir la propagación de la enfermedad.
Los investigadores concluyen que los mosquitos Aedes aegypti, especie que transmite el dengue, tienen menos posibilidades de propagar el peligroso virus si son infectados con la bacteria Wolbachia pipientis. Así, en el transcurso del experimento liberaron grupos de los mosquitos del dengue previamente infectados con Wolbachia y esperaron a lo largo de varios meses a que se mezclaran con la población natural de los mosquitos locales y se reprodujeran entre sí.
Tras 27 meses de observación, los científicos determinaron que la incidencia del dengue disminuyó en un 77 % en las zonas donde habían liberado a los mosquitos infectados con la bacteria, mientras que las hospitalizaciones se redujeron en un 86 %.
Adi Utarini, una de las autoras principales del estudio, de la Universidad Gadjah Mada (Indonesia), calificó el experimento de "gran éxito para los habitantes de Yogyakarta". Teniendo en cuenta que en Indonesia se registran más de siete millones de casos de dengue al año, la investigadora cree que "es posible un futuro en el que los habitantes de las ciudades indonesias puedan vivir libres de dengue".
El experimento contó con la participación de 6.306 personas y se realizó en una zona de 26 kilómetros cuadrados dividida en 24 áreas, la mitad de las cuales sirvió como grupo de control, mientras que en las otras 12 fueron liberados los mosquitos infectados con Wolbachia pipientis.
En las áreas donde los investigadores liberaron a los mosquitos modificados, contrajeron el dengue un total de 67 de los 2.905 participantes que residían allí (un 2,3 %). Mientras, en los territorios pertenecientes al grupo de control, donde no hubo intervención alguna de los científicos, se registraron 318 casos de dengue entre los 3.401 habitantes, lo que equivale al 9,4 %.
En opinión de otra investigadora principal del estudio, Cameron Simmons, de la Universidad de Monash (Australia), el resultado del experimento supone un "avance emocionante" que "muestra el impacto significativo que puede tener el método Wolbachia en la reducción del dengue en las poblaciones urbanas". Según recalca Simmoms, se trata de "una nueva clase de producto seguro, duradero y eficaz para el control del dengue es justo lo que necesita la comunidad mundial".