La Universidad de Innsbruck (Austria) identificó los restos de Jhosivani Guerrero de la Cruz, uno de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa que desaparecieron en septiembre de 2014.
El abogado de las familias, Vidulfo Rosales, confirmó este martes a medios locales que la Universidad de Innsbruck identificó los restos óseos hallados en la Barranca de Carnicería, en el municipio de Cocula, estado de Guerrero.
"Los resultados que hay de esos restos es una identificación de positiva de un estudiante. Se trata de Jhosivani Guerrero de la Cruz", afirmó Rosales al salir del Palacio Nacional de Ciudad de México.
Nueva búsqueda
Entre el 21 y el 29 de noviembre de 2019, personal de la Fiscalía General de la República realizó una búsqueda en la Barranca de la Carnicería, en donde encontraron 15 indicios de restos humanos, de los cuales seis piezas óseas fueron enviadas al Instituto de Genética de la Universidad de Innsbruck, en Austria, para realizar las pruebas de ADN.
Hasta ahora, de los restos hallados en la Barranca de la Carnicería se ha identificado a los estudiantes Christian Rodríguez Telumbre (julio de 2020) y a Jhosivani Guerrero de la Cruz. Este hallazgo derrumba la llamada 'versión histórica' fabricada por el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), que aseguró que policías municipales habían secuestrado y entregado a los estudiantes a miembros del Cártel Guerreros Unidos, que los terminaron matando y quemando en el basurero de Cocula y aventando las cenizas al río San Juan.
Con la confirmación de los restos de Guerrero de la Cruz, suman tres estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa plenamente identificados. Desde diciembre de 2014, el Equipo Argentino de Antropología Forense confirmó que unos restos encontrados en el basurero de Cocula pertenecían a Alexander Mora Venancio, de 19 años.
No existía "certeza científica"
El Gobierno de Peña Nieto había informado sobre la identificación de los restos de Guerrero de la Cruz en el río San Juan.
No obstante, Vidulfo afirmó este martes que las identificaciones que informó la Administración de Peña Nieto "no tenían certeza científica" y, por tanto, no se podían validar, hasta ahora.