Demonios de Tasmania acaban con toda la población de pingüinos azules en una isla australiana
Los demonios de Tasmania, especie bajo cuidado permanente de grupos conservacionistas, no dejan de responder a su propia naturaleza. Así, por ejemplo, aniquilaron toda la población de pingüinos azules en una isla australiana, reporta The Guardian, que cita a la organización BirdLife Tasmania.
Just how perturbed is too much for a "national park" ecosystem? Ground-nesting penguins extirpated from Maria Island National Park, others hammered by introduced Tasmanian Devils. We warned of this. pic.twitter.com/YrqblawMwP
— BirdLife Tasmania (@BirdLifeTas) June 21, 2021
Se trata de la isla María, ubicada a cuatro kilómetros de Tasmania, donde entre los años 2012-2013 fue introducida una población inicial de 28 especímenes de esos marsupiales, número que para 2016 había aumentado a 100 ejemplares. Ahora se estima que esos mamíferos depredadores acabaron con 3.000 parejas de pingüinos enanos, según un reciente estudio que constató su desaparición completa en la isla.
"Cada vez que el ser humano ha introducido mamíferos en las islas oceánicas, de forma deliberada o accidental, el resultado ha sido siempre el mismo: un impacto catastrófico en una o más especies de aves", resaltó Eric Woehler, coordinador de BirdLife Tasmania.
El plan que salió mal
Inicialmente se preveía que la ínsula sirviera de refugio para salvaguardar a los demonios de Tasmania, al constituirse ahí una población aislada y libre de una grave forma de cáncer contagioso que golpeó a la especie en la década de 1990.
El pronóstico se cumplió, pero tuvo consecuencias: el Departamento de Industrias Primarias, Parques, Aguas y Medio Ambiente de Tasmania alertaba ya en su reporte de 2011 que la introducción de esos carnívoros podía repercuir negativamente en las colonias de pingüinos.
El caso es que los depredadores incluso 'superaron las expectativas', ya que arrasaron con las colonias de otra ave, denominada pardela de Tasmania. Asimismo, hicieron que los gansos cenizos empezaran a anidar en los árboles para evitar sus ataques.