Demuestran que una sonata de Mozart reduce el riesgo de sufrir ataques de epilepsia
Escuchar la pieza 'Sonata para dos pianos' de Amadeus Mozart ayuda a prevenir los ataques epilépticos, según reza la conclusión de un estudio publicado recientemente por la Revista Europea de Neurología.
El equipo responsable de la investigación, dirigido por el profesor Ivan Rektor, del Centro de Epilepsia del Hospital St. Anne y la Universidad CEITEC Masaryk (Brno, República Checa), comparó los efectos de escuchar la 'Sonata para dos pianos' de Mozart con los de escuchar la 'Sinfonía n.° 94', del compositor austriaco Joseph Haydn, y descubrió que "habían diferencias significativas" entre la actividad cerebral que causaban estas dos melodías clásicas en pacientes con epilepsia.
Así, las mujeres experimentaron una reducción de descargas epileptiformes (responsables de las convulsiones epilépticas) tanto con Mozart como con Haydn, mientras que en el caso de los hombres se observó una disminución con Mozart y un aumento significativo con Haydn.
"Escuchar a Mozart les provocó una disminución del 32 % de las descargas epileptiformes, mientras que escuchar a Haydn les provocó un aumento del 45 %", sostiene Rektor en un comunicado de prensa.
Según los resultados del estudio, la música no melodiosa con "un espectro armónico y tempo decreciente con partes significativas de alta frecuencia" tiene un efecto reductor de las descargas epileptiformes en los hombres. Por otro lado, la música debe ser gradualmente menos dinámica en términos de volumen para lograr la reducción de las descargas en las mujeres. Estas características acústicas son más dominantes en la música de Mozart que en la de Haydn, lo que explicaría por que la 'Sinfonía n.° 94' no produjera una disminución, sino un aumento de las descargas epileptiformes en los hombres.
Además, los investigadores descubrieron que estos efectos no se debían a la característica liberación de dopamina (neurotransmisor que produce placer y relajación) que ocurre en el cerebro de muchas personas cuando escuchan música.
"Nuestros pacientes no estaban familiarizados con la música y dijeron que eran emocionalmente indiferentes a las dos piezas musicales. Por lo tanto, no hay razón para creer que 'Sonata para dos pianos' evocara más placer que 'Sinfonía n.° 94'", asegura Rektor.
"Confirmamos que escuchar música clásica reduce las descargas epileptiformes [...]. Las características acústicas de la música son responsables de suprimir la actividad epiléptica del cerebro", concluyen los investigadores, que sugieren "estudiar el uso de piezas musicales con propiedades acústicas bien definidas como método alternativo no invasivo para reducir la actividad epiléptica en pacientes con esta enfermedad".