El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha declarado este miércoles en la apertura de la novena Conferencia sobre Seguridad Internacional de Moscú que, a pesar de algunas señales positivas, "la turbulencia de los procesos geopolíticos" está aumentando y "la erosión del derecho internacional" continúa.
"No cesan los intentos de usar la fuerza para impulsar intereses propios, de fortalecer la propia seguridad a expensas de la seguridad de los demás", ha denunciado el mandatario.
Problemas acuciantes
En su intervención, Putin declaró que los riesgos de proliferación de armas de destrucción masiva, los conflictos armados regionales, así como la actividad de grupos criminales transfronterizos, traficantes de drogas y ciberdelincuentes son motivos de "grave preocupación" hoy en día.
En este sentido, destacó que la escala y la naturaleza global de estos problemas requieren que todos los estados aúnen esfuerzos, en un "trabajo colectivo" que -subrayó- "debe llevarse a cabo sobre la base del derecho internacional y los objetivos y principios de la Carta de la ONU".
En relación a la ONU, el presidente enfatizó que ha sido y sigue siendo "la base del sistema de relaciones internacionales", cuya tarea principal es la de "prevenir un conflicto global, una nueva guerra mundial". Por lo tanto, "cualquier nueva regla del juego" debe crearse bajo sus auspicios, ya que, de lo contrario, se abrirá un "camino hacia el caos y la imprevisibilidad", aseveró Putin.
Resolver conflictos sin "dictar su voluntad"
El mandatario recalcó que Rusia "nunca olvida la responsabilidad que tiene por la seguridad de los países vecinos" y tiene la intención de seguir contribuyendo a la desescalada de los conflictos regionales, "fortaleciendo la paz y estabilidad en nuestro continente común".
En particular, Putin recordó el papel de Rusia en la liberación de la mayoría de los territorios de Siria de los terroristas internacionales y en el proceso de una solución del conflicto sirio, así como la contribución de Moscú a la paz en Nagorno Karabaj.
Al mismo tiempo, el presidente aseguró que Rusia "nunca" dicta su voluntad a otros países y está dispuesta a participar en la solución de problemas globales y regionales en pie de igualdad, valiéndose de "métodos políticos y diplomáticos", para "expandir la cooperación constructiva con todos los países".
"Haremos todo por la paz del pueblo ruso"
Rusia está preocupada por la acumulación de infraestructura de la OTAN cerca de sus fronteras, así como por el hecho de que la alianza se niegue a considerar sustancialmente las propuestas de Moscú, admitió el presidente. No obstante, señaló que espera que "el sentido común y el deseo de desarrollar relaciones constructivas" con Moscú "finalmente prevalezcan".
Por otra parte, Putin subrayó que Rusia, al desarrollar su potencial de defensa, no busca "una ventaja militar unilateral" —sobre todo en un área tan sensible como la estabilidad estratégica—, y dirige sus esfuerzos a "reducir los riesgos, garantizar la previsibilidad y resolver las diferencias a través del diálogo y de acuerdos concretos, incluso en el campo del control de armas".
El presidente ruso también se mostró convencido de que "la voluntad política y la voluntad de compromiso pueden dar un resultado positivo" en el ámbito de la estabilidad estratégica.
Al mismo tiempo, el jefe del Estado aseguró que Rusia hará "todo lo posible para garantizar la paz y la seguridad" de su pueblo, mejorando sus Fuerzas Armadas y valiéndose de las posibilidades de la diplomacia para mantener un diálogo con todos los socios interesados.
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