El Ministerio de Defensa de Rusia ha instado al Departamento de Defensa de Estados Unidos y el mando de la Real Marina del Reino Unido a "guiarse por el sentido común" a la hora de enviar sus buques de guerra al mar Negro, según ha afirmado su portavoz, el general mayor Ígor Konashénkov.
"El destructor HMS Defender no es más que un objetivo fácil para los sistemas antibuque de la Flota rusa del mar Negro en cualquier punto del mar", subrayó el vocero.
Por lo tanto, el ministerio ruso previene tanto al Pentágono como al mando de la Real Marina de que "no tienten a la suerte", consintiendo los caprichos de los "almirantes de la flota mosquito ucraniana".
Konashénkov describió las acciones provocadoras del destructor británico como "fiasco épico" que va a "dejar una macha aromática sobre la reputación de la Real Marina por mucho tiempo".
"Por esta razón no es nada asombroso en los esfuerzos compulsivos de Londres y el portavoz del Pentágono, John Kirby, de negar lo evidente como desinformación incluso después de la divulgación por Rusia del video del fuego de advertencia y las declaraciones directas de los tripulantes del destructor", acentuó el militar.
Violación de la frontera rusa
El miércoles de esta semana, el destructor británico HMD Defender se adentró 3 kilómetros en aguas territoriales de Rusia cerca de Crimea, que abandonó después de que la Armada rusa abriera fuego de advertencia, según el Ministerio de Defensa del país euroasiático. Moscú considera la maniobra del buque como una flagrante violación de la convención de la ONU sobre el derecho de mar de 1982 e instó a Londres a investigar con detenimiento las acciones de su nave.
Un periodista de la BBC realizó una llamada a bordo del buque británico y confirmó que, pese a las advertencias de Rusia, el HMS Defender siguió navegando por la ruta que atravesaba las aguas territoriales de Crimea –"estuvimos a menos de 12 millas e incluso vimos la costa"- antes de regresar a las aguas internacionales rumbo a Georgia.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa británico negó en su cuenta de Twitter que su buque fuera objeto de fuego de advertencia por parte de Rusia.
El jueves, el primer ministro británico Boris Johnson evitó responder a la pregunta de si había dado la orden directa de que el destructor se internara en aguas territoriales rusas. El mandatario solo aseguró a los periodistas que el HMS Defender tenía "toda la razón" al navegar cerca de Crimea y que la ruta era "totalmente apropiada".
Al ser preguntado sobre si el Reino Unido estaba mintiendo sobre el incidente, como lo alegó la Cancillería rusa, Johnson aseguró que esta afirmación no se corresponde con la información que tiene. "Esa no es mi información y tengo entendido que el grupo de ataque procedió de la manera que cabría esperar a través de aguas internacionales y de acuerdo con la ley", apuntó.
Además, Johnson insistió en que los buques británicos harían el mismo recorrido de nuevo si era necesario, a pesar de las advertencias rusas.
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