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El máximo jefe militar británico afirma que el incidente con el destructor Defender pudo haber causado una "escalada injustificada"
El general Nick Carter comentó que una situación como la que podría surgir a raíz del reciente incidente en el mar Negro es lo que le "mantiene despierto en la cama por la noche".
El jefe del Estado Mayor de Defensa del Reino Unido, Nick Carter, comentó que un incidente como el que ocurrió esta semana con Rusia en el mar Negro tenía el potencial de convertirse en un conflicto violento.
El general que ocupa el cargo militar más alto del país señaló que este tipo de escenarios le provocan insomnio. "Lo que me mantiene despierto en la cama por la noche es un error de cálculo que provenga de una escalada injustificada", comentó Carter citado por The Times.
Además, sostuvo que "la situación que vimos en el mar Negro el miércoles es uno de esos casos que pueden desencadenarla", refiriéndose a una escalada de tensiones entre ambos países.
El miércoles, el Ministerio de Defensa ruso anunció que el destructor británico Defender cruzó la frontera rusa cerca del cabo Fiolent de la península de Crimea. Un buque guardacostas ruso, después de repetidos avisos verbales, disparó tiros de advertencia, mientras que un bombardero táctico Su-24M lanzó cuatro bombas en la ruta del destructor.
Sin embargo, el Departamento de Defensa británico y la Oficina del Gobierno alegaron que el Defender no había sido advertido ni se encontraba en aguas territoriales rusas. El Ministerio de Defensa del Reino Unido insistió en que la embarcación navegaba por las aguas territoriales de Ucrania de conformidad con el derecho internacional. Además, el mando militar del país afirmó que Rusia había advertido antes del incidente que realizaría prácticas de tiro en el mar Negro.
No obstante, un periodista de la BBC a bordo del destructor confirmó que el barco entró deliberadamente en aguas territoriales rusas.
Posteriormente, The Telegraph informó que la decisión final sobre el paso del destructor británico Defender en la zona fue tomada por el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson.
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