La tenista Serena Williams, ganadora de decenas de títulos individuales en torneos Grand Slam, sufrió una lesión en el partido de la primera ronda del Campeonato de Wimbledon contra bielorrusa Aliaksandra Sasnovich, y tuvo que abandonar la cancha entre lágrimas y los aplausos de los espectadores.
Williams comenzó el partido llevando cintas kinesiológicas en el muslo derecho. A medida que el juego progresó, se hizo evidente que sufría molestias en la pierna. Tras caer al césped en el séptimo juego del primer set y luchar por reponerse, decidió no continuar en la pista y rompió a llorar ante la ovación del público.
Para la jugadora estadounidense, que ya había triunfado siete veces en el Campeonato de Wimbledon este es el tercer intento fallido de ganar el trofeo en los últimos tres años. En 2018 y 2019 perdió las finales contra Angelique Kerber (Alemania) y Simona Halep (Rumania) respectivamente.