Una detonación controlada de fuegos artificiales y explosivos caseros decomisados se salió de control este miércoles en la ciudad de Los Ángeles, dejando un saldo de al menos 17 personas heridas, así como daños materiales en vehículos y residencias.
Diez oficiales de Policía y cuatro civiles resultaron con heridas leves en la explosión, mientras que tres personas permanecen en un hospital local, donde son tratadas por las graves lesiones que sufrieron, detalla Los Angeles Times.
El siniestro ocurrió alrededor de las 19:30 en un barrio residencial de la ciudad, cuando elementos del escuadrón antibombas intentaron detonar de forma segura los explosivos improvisados, que habían sido confiscados ese mismo día en una vivienda, durante un operativo en el que también se aseguraron unas dos toneladas de fuegos artificiales ilegales.
De acuerdo a Michel Moore, jefe de la Policía de Los Ángeles, el escuadrón detonó menos de dos kilos de los artefactos improvisados en el interior de la cámara acorazada de un vehículo especial, la cual fue diseñada para soportar explosiones más violentas. Sin embargo, por motivos aún desconocidos, todo terminó en "una catastrófica falla del vehículo de contención".
"Está claro que se siguieron los protocolos, pero en ese vehículo ocurrió algo que no debería haber ocurrido y no sabemos por qué", comentó Moore, quien agregó que se iniciarán las averiguaciones correspondientes para determinar la causa del siniestro.
Durante el operativo de incautación, las autoridades detuvieron a Arturo Cejas III, de 27 años, quien ha sido acusado de posesión imprudente o maliciosa de un dispositivo destructivo, así como de importar fuegos artificiales ilegales con la intención de distribuirlos. Las autoridades le han fijado una fianza de 500.000 dólares.
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