A medida que Estados Unidos se prepara para celebrar este domingo los 245 años de su fundación, la festividad podría verse empañada por una 'triple amenaza' que afecta varias partes del país, recoge New York Post.
Tormenta tropical
Se espera que Elsa, que se debilitó a tormenta tropical tras dejar víctimas mortales y destrucción en varias islas del Caribe, llegará a Florida el próximo lunes. Además de ese estado, afectará también a Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte y Virginia, pronostican los meteorólogos.
Según estimaciones, a su paso por Florida y Georgia los vientos sostenidos de Elsa serán de alrededor de 100 kilómetros por hora. Al azotar Virginia, se debilitarán hasta cerca de 60 km/h.
Este sábado, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, emitió una alerta para varios condados del estado.
Ola de calor
Desde el pasado viernes, el noroeste estadounidense sufre una fuerte ola de calor. Aunque las áreas más afectadas por el desastre se ubican en Canadá —donde se han registrado cientos de muertes, incendios forestales y el máximo histórico de calor—, en EE.UU. las temperaturas también han batido récords en más de 35 ciudades, incluidas Portland y Seattle, según CNBC.
En particular, Portland registró el lunes 46,6 grados centígrados, más de lo que jamás se ha observado en Dallas, Nueva Orleans o Los Ángeles.
Aunque en los últimos días la intensidad del calor se ha reducido, el Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU. (NWS, por sus siglas en inglés) todavía advierte por las altas temperaturas en varias regiones de Washington, Oregón, California, Idaho, Nevada, Utah y Montana. Por su parte, la organización Fire, Weather & Avalanche Center contabiliza cerca de 1.000 incendios forestales activos, que cubren alrededor de 332 hectáreas.
Incendio subacuático en el Golfo de México
Otro desastre ecológico con posibles consecuencias duraderas es el fuerte incendio en un ducto marino de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el golfo de México, registrado este viernes. Aunque la compañía extinguió el fuego tras varias horas, varios ambientalistas opinan que ha dañado seriamente a la ecología de esa región marina ya fuertemente afectada por una fuga de petróleo de una plataforma de BP en 2010.
Así, en una entrevista a Siete24, la directora de la ONG Azul, Marce Gutiérrez-Graudins, sostuvo que el siniestro afectaría miles de pescadores y además a las empresas vinculadas al turismo.
Por su parte, Chris Robbins, de la organización Ocean Conservancy, indicó en comentarios a The New York Times que la escala de daños debe ser evaluada por científicos y aseveró que "el metraje es bastante alarmante".