La Organización Mundial para la Salud (OMS) recomienda el uso de bloqueadores del receptor de interleucina-6 para el tratamiento de pacientes en estado grave o críticamente enfermos con covid-19. Se trata de los primeros medicamentos que han mostrado una eficacia comprobada contra el covid-19 desde septiembre de 2020, cuando el organismo recomendó los corticosteroides.
Los pacientes enfermos con covid-19 en estado crítico sufren generalmente por una reacción exagerada del sistema inmunológico, que puede ser muy perjudicial para su salud. Los bloqueadores de la interleucina-6 (tocilizumab y sarilumab) actúan para suprimir dicha reacción, explica la OMS.
La guía actualizada para la atención a pacientes con covid-19, que dio a conocer la OMS este martes, está basada en los resultados de un metanálisis prospectivo y de una red viva iniciados por la misma organización, el mayor análisis de este tipo sobre medicamentos anticovid hasta la fecha, con datos de más de 10.000 pacientes involucrados en 27 ensayos clínicos.
Los resultados del metanálisis mostraron que en pacientes graves o críticos a quienes se administran estos fármacos, las probabilidades de muerte se reducen en un 13 % en comparación con la atención estándar. Asimismo, las probabilidades de necesitar ventilación mecánica se reducen en un 28 %.
Sin embargo, el director general de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, lamentó que, a pesar de que estos medicamentos ofrecen esperanza para los pacientes y sus familias, "los bloqueadores de receptores de IL-6 siguen siendo inaccesibles e inalcanzables para la mayoría del mundo".
Para aumentar el acceso a estos, el organismo hace un llamado a los fabricantes para que "reduzcan los precios y pongan los suministros a disposición de los países de ingresos bajos y medios, especialmente donde el covid-19 está aumentando".
Adicionalmente, la OMS ha invitado a los productores de bloqueadores del receptor de interleucina-6 a emitir una expresión de interés para la precalificación de productos innovadores y biosimilares, que tiene como objetivo ampliar la disponibilidad de productos de calidad garantizada y reducir los precios a través de la competencia en el mercado, para satisfacer las necesidades urgentes de salud pública.