La piscina Deep Dive, ubicada en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), ha abierto recientemente sus puertas a algunos invitados selectos que podrán disfrutar de sus increíbles características. La más fascinante de estas es su profundidad máxima de 60 metros que el pasado 27 de junio le otorgó el récord Guinness de "la piscina más profunda para bucear del mundo".
Anteriormente, este título pertenecía a Polonia y su piscina Deepspot, de 45 metros de profundidad.
Pese a que Deep Dive aún no está abierta al público en general, algunas personas de alto perfil ya han tenido el privilegio de visitarla, como es el caso de Hamdan bin Mohammed al Maktoum, príncipe heredero de Dubái, quien compartió su experiencia en sus redes sociales.
La nueva atracción es al menos cuatro veces más grande que cualquier otra piscina del mundo y contiene 14 millones de litros de agua dulce, el equivalente a seis piscinas olímpicas. Está ubicada dentro de una estructura en forma de ostra y rodeada de manantiales. El agua se mantiene a una temperatura constante de 30 grados Celsius y se recomienda a los huéspedes usar un traje de neopreno fino o un bañador.
En el interior de la inmensa piscina hay toda una 'ciudad submarina'. Los buceadores pueden explorar apartamentos hundidos 'abandonados' y jugar billar bajo el agua en la sala de juegos. Entre otras cosas, cuenta con varios sistemas de iluminación y sonido de última generación para crear diferentes atmósferas, además de 56 cámaras para garantizar la seguridad de los buceadores en cada rincón.
La piscina también funciona como un estudio de cine subacuático, el más grande de su tipo en la región, y cuenta con una avanzada cámara hiperbárica que, en caso de emergencia, puede albergar a 12 personas.
Deep Dive ofrece cursos de buceo para principiantes y buceadores avanzados, así como recorridos con guías particulares. Aquellos que no estén de humor para mojarse también pueden disfrutar de las vistas desde un restaurante bajo el agua equipado con grandes ventanales.
La piscina es tan profunda, que en su sitio web se advierte a los visitantes no subir a la cima del famoso Burj Khalifa (el rascacielos más alto del mundo, también localizado en Dubái) inmediatamente después de haber buceado.
"Después de cualquier inmersión, se recomienda esperar entre 18 y 24 horas antes de ascender a más de 300 metros", indica el portal.
Se espera que la piscina abra sus puertas al público general en los próximos meses.