Julian Roddis, un masajista de 50 años, fue condenado a cuatro años en prisión después de comparecer ante el Tribunal de la Corona de Peterborough (Inglaterra) el 8 de julio, tras ser acusado de nueve cargos de voyerismo y grabar en secreto a más de 900 mujeres desnudas.
El hombre usaba un dispositivo de reloj USB que funcionaba como una cámara oculta conectada a su computador portátil, al cual enviaba las imágenes mientras daba masajes a sus clientas.
El delito salió a la luz cuando una mujer empezó a sospechar del aparato y lo buscó en Internet, donde encontró un dispositivo idéntico que contaba con una cámara escondida.
El masajista grabó a las mujeres durante dos años, antes de ser arrestado. Tras confiscar el reloj, los análisis de la investigación revelaron más de 2.000 archivos de videos en el dispositivo.
Durante la entrevista con la Policia, Roddis admitió haber usado la cámara para grabar a sus clientes y se declaró culpable de los cargos de voyerismo el 30 de abril.
Por su parte, la detective de la Policía de Cambridgeshire, Helen Keighley, expresó su molestia ante tales hechos con la esperanza de que "la condena les dé a las víctimas en este caso una sensación de cierre y les permita seguir adelante".