Más de 100 manifestantes familiares de las víctimas de la devastadora explosión del 4 de agosto de 2020 en el puerto de Beirut (Líbano) se abrieron paso este martes hasta la entrada de la casa del ministro del Interior interino, Mohamad Fehmi, por su negativa a permitir que el investigador principal cuestione al jefe de Seguridad del país y a otros altos cargos en relación con la tragedia, recoge Reuters.
Frente a la residencia de Fehmi en la capital libanesa se registraron fuertes enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía, que utilizó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
Se informa que los manifestantes rompieron las ventanas del frente del edificio y vandalizaron las paredes escribiendo "Fahmi es un criminal". No está claro si el ministro estaba dentro de su casa en ese momento.