México registra un alza en el robo de combustible y se encamina a batir en 2021 el récord de tomas clandestinas

Grupos de la delincuencia organizada se han adueñado de las rutas de distribución de gas licuado de petróleo (gas LP).

Los esfuerzos del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para combatir el robo de combustibles no han resultado en una victoria contra este delito, que deja ganancias multimillonarias. 

Especialistas advierten que uno de cada diez litros de combustible comercializados en el país es robado, ya sea de las refinerías o de los ductos de Pemex, en una práctica conocida coloquialmente como 'huachicoleo'. 

A esta actividad se le suma el llamado 'huachicol fiscal', como se le conoce al contrabando e importación de combustible que no paga impuestos al Estado mexicano, según explicó el director ejecutivo de Petrointelligence, Alejandro Montufar, en entrevista con RT. 

Montufar destacó algunos "avances" en el combate al robo de combustible, aunque advirtió que el Gobierno mexicano no ha podido "terminar con este crimen". 

Recientemente, México ha registrado un importante aumento en el número de tomas clandestinas de gas licuado de petróleo (gas LP). 

Mientras que en 2020 se registraron 2.055 tomas clandestinas, con una pérdida de más de 1.499 millones de dólares, entre enero y mayo de 2021 se contabilizan 1.069, por un monto cercano a los 1.400 millones de dólares. 

En caso de seguir esta tendencia, este año podría terminar con más de 2.500 tomas ilegales. 

Grupos de la delincuencia organizada se han adueñado de las rutas de distribución de gas LP, imponiendo sus propias condiciones de venta. En este violento contexto, el Gobierno mexicano ha anunciado su intención de tomar parte en la distribución de ese combustible. 

Nueva compañía estatal

El presidente López Obrador informó la semana pasada que el Gobierno federal se encontraba en proceso de crear una empresa paraestatal para distribuir gas licuado de petróleo, una actividad que se encuentra en manos de empresas privadas, carece de regulación y recientemente impuso un aumento en el precio que pagan los consumidores finales. 

La empresa oficial, que será llamada Gas Bienestar, buscará competir con las grandes distribuidoras para ofrecer precios justos a los barrios más humildes, según explicó el mandatario. 

En México, el 76 % de los hogares utilizan el gas LP como principal combustible para la cocción de alimentos. En la distribución de este hidrocarburo no participa la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), sino que es competencia exclusivamente de empresas privadas. 

"Hay cinco empresas grandes que distribuyen casi el 50 % del gas LP en el país y se están creando con márgenes de utilidad muy altos", afirmó López Obrador sobre los elevados precios que pagan los consumidores finales, una situación que, a su juicio, es consecuencia de la falta de competencia

Asimismo, López Obrador informó que Gas Bienestar será administrada por Pemex. Actualmente, la compañía estatal participa en la importación, almacenamiento, procesamiento y producción de gas LP.