Julius Ssekitoleko, un levantador de pesas ugandés que desapareció este viernes en Japón, pocos días antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio, dejó una nota en el hotel donde se alojaba la delegación de su país, explicando que su vida en Uganda era demasiado difícil y que quería trabajar en el país asiático, informa la agencia japonesa Kyodo.
Tras su llegada a Japón en junio junto con la delegación ugandesa, el atleta de 20 años no consiguió clasificarse para participar en las competiciones olímpicas y debía volar de vuelta a Uganda el próximo 20 de julio. Sin embargo, el viernes al mediodía se reveló que Ssekitoleko no estaba en su habitación cuando un trabajador sanitario fue a obtener su muestra para hacer una prueba de coronavirus.
Más tarde se supo que el joven atleta compró un billete de tren con destino a Nagoya, a unos 200 kilómetros de la ciudad de Izumisano, donde se alojaba el equipo ugandés, casi un día después de ser visto por última vez. En la nota, Ssekitoleke también pedía a los miembros de su delegación que enviaran sus pertenencias a su mujer en Uganda.
Beatrice Ayikoru, jefa de misión de la delegación ugandesa, afirmó a Kyodo que está cooperando con las autoridades locales para intentar localizar a su compatriota.
"Durante las reuniones informativas periódicas del equipo, tanto en Uganda como en Japón, hicimos hincapié, entre otras cosas, en la necesidad de respetar las normas de inmigración de Japón y no optar por abandonar el campamento sin autorización", dijo Ayikoru.
Al mismo tiempo, dos miembros del equipo ugandés dieron positivo por coronavirus tras su llegada al aeropuerto internacional de Narita y tuvieron que autoaislarse. Las autoridades sanitarias dijeron que ambos infectados tenían la variante Delta. Como consecuencia de los dos positivos, el equipo ugandés no pudo empezar a entrenarse hasta el 7 de julio.