La cotización de empresas chinas como Alibaba, Tencent o Didi, que mueven más de 2 billones de dólares en las bolsas estadounidenses, se encuentra en el punto de mira tras la decisión de Pekín de introducir nuevas restricciones sobre los títulos de valor de sus grandes compañías en los mercados de valores extranjeros, reporta CNBC.
El Consejo de Estado chino estableció el pasado 10 de julio que las entidades con un millón de usuarios o más requieran del visto bueno del regulador local en materia de ciberseguridad para cotizar en las bolsas foráneas.
Esta decisión ya se reflejó en el mercado. Antes del endurecimiento, al menos 248 compañías chinas estaban presentes en las tres mayores bolsas de EE.UU. con una capitalización total estimada en 2,1 billones de dólares, según la Comisión de Revisión Económica y Seguridad chino-estadounidense. Sin embargo, el valor total de este mercado cayó en un tercio desde febrero, en medio del incremento de la presión regulatoria, según datos de Invesco Golden Dragon China ETF, compañía que rastrea los títulos de valor chinos que salen a la venta en suelo estadounidense.
En vez de emitir las acciones en los mercados de valor extranjeros, las autoridades chinas planean atraer a las entidades a la bolsa de Hong Kong. Con este fin, prevén exonerar de la aprobación del regulador nacional en ciberseguridad a las empresas que quieran emitir las ofertas públicas de venta en dicha urbe, según detalló la agencia Bloomberg.
El veredicto de los expertos
Mientras, los expertos advierten que el número de entidades chinas que saldrán a la venta pública disminuirá significativamente. "Es poco probable que haya empresas chinas que coticen en EE.UU. dentro de cinco o diez años, aparte de algunas grandes que coticen en el mercado secundario", indicó Paul Gillis, profesor de la Escuela de Administración Guangua (Pekín).
"Pekín no está tratando de detener todas las cotizaciones en EE.UU. Los lazos comerciales entre EE.UU. y China son mejores que la ausencia de ellos", acentúa Donald Straszheim, director ejecutivo de la consultoría Evercore ISI Group. Según explica, lo que el gigante asiático busca es construir una "capa" para defenderse del "cumplimiento corporativo en el extranjero".