Estados Unidos corre el riesgo de que su Departamento del Tesoro se quede sin efectivo y no pueda honrar sus pagos habituales a partir del primer trimestre del próximo año fiscal del país, lo que equivale a decir inmediatamente después de septiembre próximo, si no se eleva el límite permisible de deuda pública, advirtió la Oficina de Presupuesto del Congreso este miércoles.
Para el 30 de junio de este año, el monto de la deuda nacional llegó a 28,5 billones de dólares. Se espera que un nuevo límite sea establecido el 1 de agosto, en concordancia con el endeudamiento adicional acumulado hasta el 31 de julio.
Si no se prolonga la actual suspensión de límites, o si los legisladores no acuerdan un tope de deuda más alto en los próximos días, antes del 1 de agosto, el Departamento del Tesoro no tendrá más espacio para maniobras. Para evitar que la deuda toque techo, lo único que podrá hacer es tomar medidas extraordinarias que, junto con las entradas de efectivo, le permitan financiar las actividades gubernamentales durante un período restringido.
Esas medidas incluirían la posibilidad de suspender las inversiones en ciertos fondos, pero la Oficina de Presupuesto del Congreso estima que una vez que esa opción se agote, el Departamento del Tesoro ya no podrá efectuar los pagos, lo que podría suceder en tan solo dos o tres meses.
Cuando llegue ese momento, el límite impuesto provocaría retrasos en los pagos para actividades del Gobierno o bien el incumplimiento de las obligaciones de la deuda gubernamental, y probablemente las dos cosas.