El ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, aseguró este jueves —en rueda de prensa— que los atentados que se ejecutaron en Cúcuta contra una brigada militar y al helicóptero del presidente Iván Duque, a finales de junio, "fueron planeados desde Venezuela".
Según el titular de Defensa, fue "desde Venezuela" que se ordenó el ataque contra la aeronave en la que se desplazaba el mandatario colombiano, el pasado 25 de junio, cuando se acercaba al aeropuerto de Cúcuta, en el Norte de Santander.
Molano también responsabilizó a Caracas por la colocación del carro bomba, que explotó el 15 de junio en la brigada 30 del Ejército colombiano, ubicada en la misma ciudad fronteriza con Venezuela, y que dejó 36 heridos leves.
El ministro colombiano también aprovechó la conferencia para acusar al "régimen de Maduro" de supuestamente albergar "terroristas" desde donde —asegura— "se planean ataques" a la institucionalidad colombiana.
Luego, el general Jorge Luis Vargas, director de la Policía de Colombia, detalló que según labores de inteligencia que adelantan contra "el frente 33 de las disidencias de las FARC que delinque en Venezuela", pudieron establecer "que las órdenes" fueron "directamente realizadas desde campamentos" ubicados en territorio venezolano.
Según Vargas, que asegura tener "pruebas sólidas", fue en Venezuela donde "se dio y coordinó toda la actividad de transporte del material explosivo, los dineros y la realización de la información criminal para la colocación exacta del carro bomba dentro de las instalaciones de la Brigada 30".
Hay 10 detenidos
Entre tanto, el fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa, dijo que de acuerdo a las investigaciones realizadas, los presuntos responsables de la acción terrorista contra la Brigada 30 del Ejército colombiano y y el ataque al helicóptero en el que se transportaba Duque y su comitiva, pertenecen a las disidencias del frente 33 de las FARC.
En ese sentido, indicó que las autoridades han logrado capturar a "10 supuestos integrantes" del grupo armado, quienes estarían bajo las instrucciones de "alias Jhon Mechas". De esas 10 personas, precisó, tres participaron en el diseño y la ejecución de los dos hechos.
Uno de ellos fue identificado por el fiscal como "Andrés Medina alias el Capi", un capitán retirado del Ejército; otro como "alias Ciro"; y el tercero como "Miguel". Sobre los hechos en la Brigada 30, dijo Barbosa que habrían participado el padre de 'el Capi' y alias Ciro, quien laboraba en la Unidad Nacional de Protección (UNP) del Ministerio de Interior colombiano.
Estas personas, dijo el fiscal, fueron imputadas por delitos de terrorismo agravado, concierto para delinquir, daño en bien ajeno y fabricación, tráfico o porte de armas de uso privativo de las fuerzas militares.
Barbosa acotó que otros 5 integrantes del frente 33 de las disidencias de las FARC también estarían involucrados en la logística del ataque. A este grupo se les impuso medida de aseguramiento en centro carcelario.
Son "falsos positivos"
Este mismo jueves, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, respondió en Twitter a las acusaciones de Bogotá y aseguró que una vez más intentan utilizar a Venezuela "para tratar de ocultar la tragedia" de Colombia, un país que, dijo, está "lleno de violencia y grupos armados, cuya economía y clase política reposan en el narcotráfico".
El diplomático venezolano también dijo que Colombia sufre la presencia de "una policía represora, masacres y asesinatos diarios a líderes sociales" y acusó a esa institución de ser exportadora "de mercenarios magnicidas".
El pasado 13 de julio, el presidente del parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, acusó a la administración de Duque de ejecutar "falsos positivos" contra Caracas para desviar la atención sobre el conflicto interno colombiano.
En esa misma oportunidad, Rodríguez mostró conversaciones en las que personas señaladas de conspirar contra su país hablaban abiertamente sobre los planes que habría diseñado Bogotá para tratar de tapar las acusaciones contra el gobierno de Duque, señalado por cometer presuntos crímenes de lesa humanidad al reprimir las masivas protestas registradas durante este año.
En las conversaciones, realizadas a través de WhatsApp, participaba un presunto agente de inteligencia de la presidencia de Colombia, identificado como Juan Esteban Gómez, quien le informaba al venezolano Javier Tarazona, director de la ONG FundaRedes (actualmente detenido por las autoridades venezolanas), que en Bogotá se estaban preparando dos operaciones de falsa bandera contra Venezuela.