Issy Carr, una mujer de 86 años del condado británico de Yorkshire del Norte, fue obligada por sus padres a dar en adopción a su hijo recién nacido en junio de 1955. Desde entonces, Carr nunca dejó de pensar en él ni de buscarlo. Sin embargo, gracias a un servicio de ADN y ascendencia en línea, la mujer localizó el paradero de su hijo y descubrió que, además, tiene una nieta.
"Lo amé de inmediato y lo llamé George", le contó a SWNS, en referencia al día en que le arrebataron a su hijo. Poco después del nacimiento del pequeño, a la mujer no le permitieron verlo ni abrazarlo.
Entonces, la madre de Carr le explicó que el bebé no le permitiría encontrar un marido. "Mi madre me dijo que pronto me olvidaría de él, pero nunca lo hice. Nunca perdoné a mis padres", lamentó.
La británica logró encontrar a su hijo después de enviar muestras de su ADN al servicio de búsqueda de ascendencia ancestry.com. El portal detectó una coincidencia con una residente de Perth, en Australia, llamada Kym Carthew, que resultó ser la nieta de Carr.
Carthew, de 43 años, estaba buscando al mismo hombre —su padre—, al que nunca había conocido y que se llama Keith Garrahy. Gracias a Internet, las mujeres lo localizaron en Australia, adonde había emigrado a los 15 años con su familia adoptiva, y Carthew lo visitó para relatarle todo.
Las tres personas ya hablaron por Zoom y planean reunirse tan pronto como sea posible.
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