El Ministerio de Exteriores de Polonia ha anunciado la entrega de un visado humanitario a la atleta bielorrusa Krystsina Tsimanóuskaya, que denunció este domingo que la intentaban llevar a la fuerza de regreso a su país desde Tokio, donde se celebran los Juegos Olímpicos 2020, y pidió ayuda del Comité Olímpico Internacional (COI) al respecto.
El vicecanciller polaco, Marcin Przydacz, ha confirmado en su cuenta de Twitter que la atleta "ya está en contacto directo con los diplomáticos polacos en Tokio" y "ha recibido un visado humanitario". "Polonia hará todo lo necesario para ayudarla a continuar su carrera deportiva", aseguró el alto funcionario, para agregar que su país "siempre es sinónimo de solidaridad".
Previamente, el viceministro confirmó a través del mismo medio que Varsovia "está lista para ayudar" a Tsimanóuskaya y ya le ofreció un visado humanitario, precisando que la deportista "es libre de seguir su carrera deportiva en Polonia si así lo desea".
¿Qué pasó?
Previamente, desde el Fondo de Solidaridad Deportiva de Bielorrusia afirmaron que Tsimanóuskaya supuestamente está siendo llevada a la fuerza de Tokio tras haber criticado las decisiones del cuerpo técnico de los atletas bielorrusos. El 30 de julio, la deportista grabó un video en el que criticó duramente a los dirigentes de la selección bielorrusa por inscribirla en relevos 4x400 metros sin su conocimiento después de que algunos miembros del equipo no resultaran elegibles para competir en los JJ.OO debido a la cantidad insuficiente de pruebas de dopaje realizadas.
Por su parte, el Comité Olímpico Nacional de Bielorrusia comunicó el domingo que el cuerpo técnico del equipo nacional de atletismo decidió "terminar la intervención" de Tsimanóuskaya en los JJ.OO. de Tokio "según la opinión de médicos" y "debido a su estado emocional y psicológico". "Por consecuencia, se retiró la solicitud de la atleta para participar en las carreras clasificatorias de 200 metros y en el relevo 4x400 metros", anunció el organismo.
Tsimanóuskaya denunció que fue trasladada a un aeropuerto de Tokio, donde debía embarcar en un vuelo a Bielorrusia a través de Turquía, pero la deportista no lo hizo y se dirigió a la Policía local. Según el Fondo de Solidaridad Deportiva de Bielorrusia, la atleta planea solicitar asilo en Europa.
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