Human Rights Watch concluye que algunos funcionarios del Gobierno libanés conocían el riesgo de la explosión en Beirut
La organización internacional Human Rights Watch publicó este martes un informe de más de 700 páginas sobre la explosión en Beirut, Líbano, que sucedió el año pasado. Según el documento, algunos funcionarios del Gobierno conocían y aceptaron tácitamente los riesgos de muerte que implicaba el almacenamiento de grandes cantidades de nitrato de amonio en el puerto.
El informe señala que hay pruebas de que, debido a la corrupción y mala gestión en el puerto, toneladas de nitrato de amonio, un compuesto químico potencialmente explosivo, se almacenaron de forma peligrosa durante casi seis años.
Los funcionarios del Ministerio de Obras Públicas y Transporte de Líbano que controlan las instalaciones portuarias fueron advertidos sobre el peligro, pero no lo comunicaron a los órganos judiciales y tampoco investigaron el caso. El presidente y el primer ministro también estaban conscientes del riesgo que planteaba el almacenamiento de nitrato de amonio, según un documento visto por Reuters.
El desastre, que ocurrió el 4 de agosto de 2020 en el puerto de Beirut, fue una de las mayores explosiones no nucleares en la historia. La tragedia dejó alrededor de 200 víctimas mortales y unos 6.000 heridos, así como destruyó los hogares de decenas de miles de personas.