Científicos del Instituto de Citología y Genética de la Academia de Ciencias de Rusia (IZiG), situado en la ciudad de Novosibirsk, están criando zorros para domesticarlos con el objetivo de emular el proceso que convirtió a los descendientes del lobo en los mejores amigos del hombre.
Los primeros experimentos de domesticación de zorros fueron emprendidos en 1958 por el genetista ruso Dimitri K. Belyae. Junto a la genetista Ludmila Trut, visitó granjas de pieles y allí seleccionaron los zorros que parecían más dóciles y se mostraban más amigables con los humanos. Cuando nacían las nuevas generaciones, volvían a hacer lo mismo: seleccionaban a los más tranquilos y descartaban a los agresivos.
Amigables, agresivos y neutrales
Como resultado de esta selección, los científicos obtuvieron una población única de zorros más dócil y mansa. Curiosamente, los cambios también afectaron a su aspecto físico, pues estos zorros amigables tenían orejas más flexibles y caídas, cabezas más anchas y patas más cortas.
Para llevar a cabo un análisis más detallado de la evolución del comportamiento de los zorros, los investigadores crearon otros dos grupos, uno en el que cruzaban a los ejemplares más agresivos entre sí, y otro con los zorros criados en cautividad, pero sin favorecer ningún rasgo.
El efecto en el cerebro
Gracias al continuo análisis de los tres grupos de zorros, los científicos rusos han podido identificar los genes responsables de la docilidad y la agresividad, describiendo, en particular, una variante del gen SorCS1 que tiene un efecto sobre el comportamiento del zorro. Este gen estaba presente entre los zorros dóciles que se mostraban amistosos con los humanos, pero no así entre los ejemplares más fieros.
Sin embargo, un solo gen no puede ser responsable de la docilidad del animal, afirman los científicos, que planean trabajar en la obtención de datos genéticos más profundos.
Otra reciente investigación del IZiG reveló que tanto los zorros domesticados como los criados para ser agresivos presentan más materia gris en el cerebro que el grupo de los zorros neutrales, aquellos que ni son amigables, ni agresivos. Los investigadores no tiene claro por qué ocurre esto, pero creen que se debe a la acelerada forma en la que se criaron los animales.
Mientras los investigadores llevan a cabo diferentes estudios y análisis, ya es posible comprar un zorro domesticado. De hecho, el IZiG vende zorros criados en la institución a través del sitio web, donde cualquier persona puede obtener como mascota a un zorro.