Una especie de planta invasora y tóxica que puede ser mortal si se ingiere se está extendiendo en parques, parterres de flores y jardines traseros en EE.UU.
La cicuta ('Conium maculatum'), parecida a la flor encaje de la reina Ana, se puede ver en pasos de carreteras, a lo largo de cercas y en los bordes de los campos agrícolas. Esta especie invasora proveniente de Europa en el último año se ha esparcido cerca de áreas más pobladas, lo que tiene a los expertos preocupados.
De acuerdo al Servicio de Parques Nacionales de EE.UU., esta planta toxica se puede encontrar en casi todos los estados del país.
Durante el otoño, la cicuta germina sus semillas, y estas se encajan en cualquier lugar no tratado, ya sea la esquina de una calle o un hábitat de polinizadores que crezca salvajemente en un vecindario, y solo a finales de la primavera empiezan a florecer.
Los expertos han recomendado tratar de manejar y controlar a esta planta invasora en la mayor medida posible, para proteger tanto al medio ambiente como a la salud pública.
Efectos tóxicos
La cicuta, al igual que cualquier especie invasora, puede competir y desplazar a especies nativas, sin embargo, el mayor peligro es cuando se acumula en áreas donde las personas, las mascotas o el ganado podrían entrar en contacto con ella.
Todas las partes de la planta son venenosas, desde sus semillas hasta la savia, informa el Servicio de Investigación Agrícola de EE.UU.
Si la savia de la cicuta entra en contacto con la piel, puede reaccionar con el sol y causar ampollas y ronchas, no obstante, la verdadera amenaza se produce cuando se ingiere cualquier parte de la planta. El envenenamiento por cicuta puede ser fatal, ya que contiene alcaloides tóxicos que pueden interferir con las transmisiones nerviosas a los músculos y, en última instancia, causar insuficiencia respiratoria.
Los síntomas pueden aparecer tan pronto como 30 minutos después de la ingesta, y la gravedad de la intoxicación depende de la cantidad ingerida y de la concentración de cicuta en ese momento, sin embargo, aun pequeñas cantidades pueden tener efectos graves.
Los efectos no se limitan a los humanos, ya que la cicuta se puede mezclar con plantas inofensivas en pastos y cultivos donde el ganado puede comerla, o en jardines donde las mascotas pueden masticar la planta.