Magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) destituyeron al presidente del máximo órgano electoral, José Luis Vargas Valdez, y nombraron como titular a un magistrado que ha protagonizado varias grescas contra el mandatario, Andrés Manuel López Obrador.
El miércoles, varios magistrados impulsaron una reunión para destituir a Vargas con el argumento de había incumplido sus obligaciones constitucionales, legales y reglamentarias.
Ante esta situación, Vargas convocó a un receso indefinido, pero la magistrada decana Janine Otálora convocó a una reunión extraordinaria en que cinco de siete miembros de la sala destituyeron al presidente.
En su lugar, los magistrados nombraron como presidente del Tribunal Electoral a Reyes Rodríguez Mondragón, quien generó polémica en octubre de 2020 se le atribuyó un mensaje contra López Obrador: "Ojalá ya se muera ese viejo culero de Palacio Nacional". Posteriormente, el funcionario dijo que su cuenta había sido 'hackeada' y que se trataba de un montaje.
Rodríguez es cercano al grupo del expresidente mexicano Felipe Calderón y de su esposa Margarita Zavala, adversarios políticos de López Obrador.
Tras ser destituido, Vargas consideró que sus colegas habían actuado de manera ilegal, al dar un supuesto "golpe de estado" en su contra.
Hasta ahora, no queda claro cómo habrá de resolverse la crisis en el Tribunal Electoral, máximo órgano encargado de calificar los procesos comiciales en el país.
"Es degradante"
En medio de la polémica por la destitución de Vargas, López Obrador consideró que la crisis es una muestra de la degradación que existe en el Tribunal Electoral y aseveró que es una prueba de que la situación exige una reforma integral, que incluye al Instituto Nacional Electoral (INE).
"Es degradante", dijo el presidente mexicano, quien recordó el insulto que profirió en su contra el magistrado Rodríguez, ahora titular del Tribunal Electoral.
"Lo comento para probar las características de las personas que ocupan estos cargos tan importantes, el nivel moral de los jueces, de magistrados electorales, del organismo que es la última instancia, cuyas resoluciones son definitivas. Es un organismo clave para la democracia en México", agregó.
En este sentido, López Obrador insistió en la situación actual es un síntoma del malestar que existe en las instituciones encargadas de organizar y calificar los comicios.
"Es un corolario de una serie de decisiones que han tomado en contra de la democracia", dijo el presidente. "Es una situación grave que amerita una reforma constitucional para limpiar los dos organismos", concluyó.
En días recientes, un diputado del partido oficialista Morena, dijo que su bancada impulsaría un juicio político en contra del presidente del INE, Lorenzo Córdova, y el consejero Ciro Murayama, por presuntamente, haber boicoteado la consulta popular para enjuiciar crímenes del pasado.
A lo largo de todo el proceso de las elecciones intermedias, López Obrador y los consejeros del INE libraron una confrontación política que incluyó descalificaciones de ambos bandos.