El parque nacional de Yellowstone, ubicado en los estados de Wyoming, Montana e Idaho (EE.UU.) y famoso por sus géiseres, lagos, cañones, cordilleras y rica biodiversidad, fue sacudido el pasado mes de julio por 1.008 terremotos.
Según un reporte del Servicio Geológico de EE.UU., se trata de la mayor actividad sísmica que ha visto el parque en un solo mes desde junio de 2017, cuando se registraron 1.100 temblores.
"Aunque está por encima del promedio, este nivel de sismicidad tiene precedentes y no refleja actividad magmática", explican los especialistas. "Si la actividad magmática fuera la causa de los terremotos, esperaríamos ver otros indicadores, como cambios en el estilo de deformación o emisiones térmicas o de gas, pero no se detectaron tales variaciones".
Por lo tanto, no hay evidencias de que esta actividad sísmica anormal sugiera la posibilidad de que entre en erupción el supervolcán de Yellowstonem, que según la comunidad científica tendría la capacidad de destruir todo EE.UU. Su próxima erupción a gran escala se espera dentro de unos 100.000 años.
"Los terremotos como estos están asociados con el movimiento en fallas preexistentes que pueden ser provocados por aumentos en la presión de los poros a medida que aumentan los niveles de agua subterránea debido a la recarga por el derretimiento de la nieve", se señala en el reporte, que añade que la mayoría de los sismos fueron pequeños y que solo uno alcanzó una magnitud considerable de 3,6, el 16 de julio, a 17 km debajo del lago Yellowstone.
El parque es una de las regiones con mayor actividad sísmica de EE. UU. y es sacudido por entre 700 y 3.000 terremotos al año, la mayoría de los cuales son imperceptibles para los visitantes. El mayor sismo registrado en Yellowstone tuvo lugar en el lago Hebgen en 1959 y fue de magnitud 7,3.